ANÁLISIS-Partido Comunista cubano siente la presión para acelerar las reformas económicas

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Por Marc Frank

LA HABANA, 14 abr (Reuters) - El líder saliente del Partido Comunista de Cuba, Raúl Castro, prometió hace una década que transformaría la economía centralmente planificada de estilo soviético en una más mixta y de mercado "sin prisa y sin pausa".

Ahora, con la isla caribeña en un crisis y con escasez de incluso los bienes más básicos, el partido está bajo presión para actuar más rápido cuando reúna este fin de semana para su Octavo Congreso desde la Revolución de 1959.

El congreso del 16 al 19 de abril se celebra en un momento en el que los cubanos afrontan una falta de productos como alimentos y medicinas. Una crisis económica que se ha visto agravada por el endurecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos desde hace décadas y por la pandemia de coronavirus.

"Espero que el Congreso del PCC mire profundamente hacia los problemas internos, pero para resolverlos y ejecutarlos, no para reiterar promesas", dijo Julián Valdés, un contable de 51 años del gobierno en La Habana.

La mayoría de los expertos dicen que la reforma ha sido menoscabada por intereses burocráticos creados y los ideólogos dentro del partido. Los expertos buscarán pistas en los nuevos líderes que surjan en la cumbre para el todopoderoso politburó.

El congreso marcará el final de la era Castro, ya que Raúl Castro, de 89 años, hermano del difunto líder revolucionario Fidel, dimitirá como secretario del partido, el cargo con más poder en Cuba.

Se espera que el presidente Miguel Díaz-Canel lo sustituya.

"Si el presidente Miguel Díaz-Canel recibe el cargo de secretario del partido, reforzaría su capacidad de decisión y podría augurar reformas más amplias", dijo Carlos Saladrigas, presidente del Grupo de Estudios sobre Cuba, compuesto por empresarios cubano-estadounidenses que están a favor buscar lazos con la isla.

"Sin embargo, si se nombra a otra persona, especialmente de la 'vieja guardia', posiblemente indicaría (...) un continuo estancamiento económico", añadió.

Un antiguo inversor europeo en Cuba coincidió en que el gobierno debe impulsar las reformas para mejorar la competitividad, incluyendo una mayor devaluación del peso, la liberalización de la agricultura y una mayor incorporación de las pequeñas y medianas empresas a la economía.

El ritmo de estas reformas dependerá de los cambios de personal anunciados en el congreso, dijo la fuente, que solicitó anonimato.

Díaz-Canel, de 60 años, dijo en una reunión la semana pasada sobre agricultura que "todo lo que estimule la producción, elimine trabas y beneficie al productor es favorable".

Eso captura la esencia de las reformas adoptadas por el partido en su sexto congreso en 2011 y de nuevo hace cinco años en el séptimo congreso, pero que se han estancado en medio de la resistencia de algunos miembros del partido y las luchas internas ideológicas.

El partido se ha comprometido a regular y gravar, en lugar de administrar, las empresas estatales; a permitir que los mercados influyan más en el sistema de planificación central y en la agricultura; a hacer más por atraer la inversión extranjera; y a apoyar la iniciativa privada.

LA GENTE NO COME PLANES

John Kirk, un experto en Cuba de la Universidad de Dalhousie en Nueva Escocia, dijo que hay que hacer mucho más para liberar al sector privado, la agricultura y la inversión extranjera.

"El gobierno cubano sólo ha dado pequeños pasos en todas estas áreas y necesita mostrar una mayor iniciativa", dijo.

En los últimos nueve meses, luego de cuatro años de estancamiento y una contracción de la economía del 11% en 2020, el gobierno ha realizado cambios más contundentes.

Ha otorgado más autonomía a las empresas estatales para ganar y gastar divisas y ha flexibilizado las regulaciones sobre las pequeñas empresas privadas. También unificó sus dos monedas y devaluó el peso, recortó los subsidios a los servicios públicos y otros, y descentralizó los precios y la venta de algunos productos agrícolas.

"El pueblo no come planes", dijo este mes el primer ministro Manuel Marrero, expresando el nuevo sentido de urgencia.

Ese será el tema subyacente del debate económico en el congreso, según el economista cubano Omar Everleny.

Everleny dijo que los cubanos entendían que las sanciones de Estados Unidos y la pandemia eran en parte culpables de las dificultades que enfrentaban, pero que también estaban cansados ​​de las excusas y la lentitud de las autoridades.

"El pueblo demanda acciones y resultados más concretos del partido", dijo, tomando como ejemplo la agricultura.

"No basta sólo con hacer esfuerzos, si no concretarlos y para ellos tiene que haber resultados. Por ejemplo, se han tomado miles de medidas en la agricultura, pero todavía no se ven los resultados en los estantes del cubano promedio. Se han aplazado muchas decisiones", agregó.

(Reporte de Marc Frank; reporte adicional de Nelson Acosta Editado en español por Javier López de Lérida)

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