GINEBRA (AP) — Con la mente puesta en el COVID-19, la exploración espacial y el cambio climático, un grupo de expertos patrocinados por el gobierno suizo se prepara para elaborar proyectos científicos que van desde un tribunal mundial para cuestiones científicas hasta un esfuerzo tipo Proyecto Manhattan para eliminar el exceso de carbono de la atmósfera.
Ginebra ya es un importante centro de resolución de conflictos y los impulsores del Geneva Science and Diplomacy Anticipator, que se ha dado a conocer por sus siglas, GESDA, se proponen convertirla también en una capital científica visionaria, abocada a los grandes temas, incluido el futuro de la humanidad.
Lanzada a fines del 2019, GESDA presentó su primer informe de actividades el martes y anunció planes para una cumbre en octubre que reuniría a cientos de funcionarios de las Naciones Unidas, premios Nobel, académicos, diplomáticos, representantes de distintas organizaciones y del público.
Entre los patrocinadores de la iniciativa figuran los directores de algunas de las principales universidades de Suiza y de uno de los principales aceleradores de partículas atómicas, ubicado en la organización europea de investigaciones nucleares CERN. Dicen que la pandemia del coronavirus le dio a la ciencia una plataforma que no se veía desde hacía décadas para aprovechar la inquietud generada por una crisis de salud pública que ha costado 3 millones de vidas y destrozado economías con el fin de alentar el debate en torno a la relación entre la ciencia, la política y la sociedad.
Peter Brabeck, exdirector ejecutivo de Nestle nombrado director de GESDA, usó el COVID-19 como ejemplo de cómo una planificación previa puede ayudar a controlar futuras crisis en el campo de la salud. Destacó que la tecnología de la vacuna mRNA usada para combatir la pandemia se viene aplicando desde hace una década.
“Tal vez podríamos haber estado mejor preparados para esta pandemia de lo que lo estábamos”, expresó Brabeck desde la sede de GESDA en Ginebra. “Un descubrimiento científico no basta. Tiene que estar acompañado de un marco diplomático para que pueda ser implementado” por gobiernos y empresas.
“La tecnología avanza a una velocidad increíble. Pero la diplomacia es más lenta que nunca. Hay que buscar la forma de acelerar el aspecto diplomático”, agregó.
La pandemia sacó a relucir nacionalismos, disputas políticas y recriminaciones entre China —donde surgió el coronavirus— y Estados Unidos, que registra más muertes que ningún otro país. La reputación de la Organización Mundial de la Salud también se resintió.
“No voy a decir que GESDA puede evitar estas situaciones”, manifestó Brabeck. “Lo que GESDA puede hacer básicamente es llamar la atención antes de que las cosas escalen... Si la diplomacia interviniese antes, muchos de estos conflictos se podrían resolver pronto”.
Brabeck dijo que el objetivo de la iniciativa es ser un “catalizador” y no el encargado de sacar adelante los proyectos en los que trabaja. Si bien los fondos iniciales fueron aportados por el gobierno suizo, GESDA tiene en su junta directiva a académicos y funcionarios, y busca fondos en otras partes, incluidas organizaciones caritativas.
La meta de la cumbre de octubre es abordar la relación entre los descubrimientos científicos y su impacto en la sociedad. GESDA quiere analizar la factibilidad de estructuras como una organización internacional que garantice el acceso a la infraestructura cuántica y sienten las bases para un acuerdo sobre el uso de la inteligencia artificial.
Dijo que un tribunal mundial podría ayudar a resolver disputas científicas y que un esfuerzo como el del Proyecto Manhattan podría ayudar a “acelerar la descarbonización de los procesos industriales”. Aludía al proyecto secreto que produjo la primera bomba atómica en Los Álamos, Nuevo México, durante la Segunda Guerra Mundial.