CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Médicos, dentistas y otros trabajadores de la salud del sector privado en México están protestando porque no se les ha incluido en el programa gubernamental de vacunación contra el coronavirus, a pesar de que están expuestos al contagio.
Los trabajadores efectuaron esta semana varias manifestaciones, incluido el bloqueo de calles en la Ciudad de México, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador defendió el plan de vacunación en el que se da prioridad a personas mayores de 60 años para prevenir muertes.
Tal como ha hecho en estos casos, López Obrador atribuyó las protestas a campañas “muy perversas” de medios privados en su contra.
“Que esperen a que todos la recibamos”, dijo López Obrador en alusión al esquema por edad que se centra en este momento en personas mayores de 60 años. Eso significa que los médicos del sector privado deben esperar hasta que su grupo etario sea llamado para recibir las vacunas. El mandatario señaló que la inmunización de personas de entre 50 y 60 años comenzará este mes.
López Obrador dijo que en la próxima fase también se vacunará a los 3 millones de maestros del país, sean de escuelas públicas o privadas.
El presidente, un partidario de la centralización del poder político, ha marginado sistemáticamente de cualquier aspecto sobre las vacunas al amplio sector privado de la salud en México. El país tiene varios programas gubernamentales de atención médica, aunque carecen de suficientes recursos, y la mayoría de los mexicanos que pueden costearlo se atienden con el sector privado.
El personal médico de primera línea de instalaciones gubernamentales y de algunos grandes hospitales privados fue vacunado contra el COVID-19 hace meses. Pero los doctores aseguran que también existe riesgo de contagio durante procedimientos y consultas en clínicas privadas y en los consultorios dentales.
México ha conseguido más vacunas que muchos países latinoamericanos: unas 16 millones de dosis a la fecha, de las cuales ha aplicado unos 10,6 millones, sólo superado por Brasil y Chile.
En gran medida, la campaña de vacunación refleja tendencias ya vistas en el gobierno de López Obrador, incluida su molestia frente a las críticas.
El presidente encargó a las fuerzas armadas la mayor parte de la logística de la vacunación, tal como ha hecho con la mayoría de sus proyectos más importantes desde que asumió el cargo a finales de 2018.
A la fecha, el presidente ha dejado al sector privado fuera del programa de vacunación, aun cuando los hospitales privados o las cadenas de farmacias podrían estar mejor equipados y ubicados para manejar parte de la campaña.