BRISTOL, Tennessee, EE.UU. (AP) — El publicitado regreso de NASCAR a una pista de tierra terminó en un lodazal y la carrera se pospuso hasta el lunes.
Las lluvias torrenciales inundaron los campos y el estacionamiento que rodea el Bristol Motor Speedway y creó un bache más profundo para la NASCAR que el que cualquier piloto ha enfrentado en la Cup Series.
La NASCAR canceló las actividades del domingo, debido a que incluso si se pudiera arreglar la pista de tierra para una carrera nocturna, el resto del recinto es un desastre. Las polvosas graderías quedaron transformadas en lodo, mientras que el camino a los pits y el cerco alrededor del óvalo de 0,533 millas presentaban varios centímetros de agua estancada.
Después de que cayeron poco más de 6 centímetros de lluvia en el “Thunder Valley”, la NASCAR tomó la inusual decisión de parar todo desde temprano. La primera carrera sobre tierra de la Cup Series desde 1970 fue reprogramada para el lunes a 4 p.m. La Truck Series se llevará a cabo al medio día.
En algún lugar, Tony Stewart se debe estar riendo de la situación en Bristol.
Stewart albergó de manera exitosa la Truck Series en su pista de tierra Eldora Speedway en Ohio, pero cuando Fox le pidió a NASCAR incorporar un evento de tierra en el calendario, la fecha se la otorgaron al circuito de concreto de Bristol. Un molesto Stewart declinó recibir nuevamente la Truck Series este año por rencor y solo ha quedado como observador mientras Bristol intenta enfrentar los retos de la carrera en tierra.
Abiertamente aseguró que una mala carrera en Bristol dañaría el futuro de las competencias de tierra de la NASCAR —y el propio serial admitió que era una preocupación válida.
“Necesitamos que el espectáculo sea increíble”, aseguró el sábado Scott Miller, vicepresidente de competencias de la NASCAR.
Stewart, quien insiste que Eldora puede recibir de manera exitosa la Cup Series, declinó hablar con The Associated Press sobre lo sucedido el domingo.
“No me ensuciaré las manos”, advirtió.