LA PAZ, Bolivia (AP) — El incremento de contagios de COVID-19 en la frontera entre Bolivia y Brasil mantiene en alerta a las autoridades de salud ante la sospecha que la variante que circula en ese país haya llegado a la nación andina.
La extensa frontera con Brasil es vecina con las regiones bolivianas de Pando, Beni y Santa Cruz.
“Como una medida preventiva los brasileños que ingresen al país estarán aislados por cinco días”, informó el viernes a la televisora Unitel la directora de Epidemiología del Ministerio de Salud, María Bolivia Rothe.
El ministro de Salud, Jeyson Auza, manifestó su preocupación y recomendó que las clases aún no sean presenciales. Bolivia inició clases en febrero de manera virtual en la mayoría del país. Sin embargo, en varias poblaciones rurales decidieron enviar a sus hijos a las aulas.
Bolivia reportaba un descenso de casos tras un rebrote a fines de diciembre del año pasado.
Sin embargo, en estos últimos días la región de Beni —que estaba en un quinto lugar de los contagios— subió al segundo, mientras que la región de Santa Cruz continúa siendo la más golpeada.
Pando, otra región vecina a Brasil, incluso realizó un taller con autoridades brasileñas para aprender de sus experiencias de la variante que está afectado en ese país, explicó la gobernadora del departamento de Pando, Paola Terrazas.
El Ministerio de Salud reforzó con 340 médicos las regiones de Beni y Pando.
Recientemente una pareja que había asistido a una boda en una población brasileña murió en territorio boliviano. Ante las sospechas de que hayan estado contagiados, el Ministerio de Salud envió muestras a laboratorios brasileños, informó Auza el lunes.
En Bolivia hasta ahora se han reportado 267,833 casos y 12,131 decesos, según el último informe del Ministerio de Salud.