Como una versión inocua para niños de “The Purge” (“La noche de la expiación”), la película “Yes Day” (“¡Hoy sí!”) del director puertorriqueño Miguel Arteta imagina un feriado de 24 horas sin restricciones de los papás.
El concepto sale de un libro ilustrado de Amy Krouse Rosenthal de 2009, que sugería que los padres — quienes suelen decir “¡No!” a todo — tienen que responder positivamente a las exigencias de sus hijos. Para algunos, la idea era realmente atractiva, no sólo por darle a los niños una probada de la libertad de decidir sino por aliviar momentáneamente a los padres de la desaprobación constante.
Una madre de familia en especial respondió al “Yes Day”: Jennifer Garner. La actriz ha hablado previamente en redes sociales sobre festejar ese día con sus tres hijos. Y es productora de la película que se estrena el viernes en Netflix.
“El ‘no’ es parte del trabajo”, narra Allison Torres (Garner) en una de las primeras escenas. Pero es tan estricta — el policía malo al lado de su esposo más relajado Carlos (Edgar Ramirez) — que los proyectos escolares de sus hijos sugieren que su dictadora requiere de un golpe de estado. Su hijo, por ejemplo, hace un video en el que la compara con Mussolini.
Cuando un consejero estudiantil (Nat Faxon) les sugiere el “Yes Day” como remedio, Allison decide intentarlo con algunas reglas. No pueden hacer nada ilegal y deben mantenerse a de 20 millas (32 kilómetros) de la casa. Esto abre la puerta a un día de diversión total en el que saltan en la cama, devoran helados, pasan por el autolavado con las ventanas abajo y realizan una sorpresa a un parque de diversiones. El día pone a prueba los impulsos de aprehensión de Allison y el propio deseo de independencia de los niños. Eso es especialmente real para Katie, de 14 años (Jenna Ortega, una joven actriz muy prometedora), que quiere ir a un festival de música pero obviamente sin su mamá.
Todo es ligeramente predecible mientras la familia encuentra un nivel de comodidad en el que no todo es sí o no. Hay algo que decir de las películas familiares de bajo presupuesto, un género que ha imitado cada vez más la escala apocalíptica de los superhéroes. (Durante la pandemia, un descubrimiento para mi familia fue “Swallows and Amazons” (“El capitán pirata”) de 1974, una película británica sobre niños que juegan en un lago solos y son muy capaces de crear sus propias carpas y aventuras).
Pero “Yes Day” no es tan dulce. Arteta (“The Good Girl”, “Cedar Rapids”) tiene una habilidad infravalorada para crear películas cómicas y humanas a partir de conceptos comerciales. Pero “Yes Day” cae muchas veces en montajes forzados y estruendosamente ejecutados de “diversión” que no conectan con el espectador.
Y aunque Garner y Ramírez son actores muy buenos, ninguno de los dos es chistoso. No por ser negativo con “Yes Day”, pero hubiese sido mejor con Will Ferrell y Maya Rudolph, por ejemplo, como padres. (¿Qué película no se mejoraría con ese casting?). Los mejores momentos de la película son cortesía de Faxon y el divertido Arturo Castro, el actor de “Broad City” que hace que cada escena en la que aparece mejore. En la película Castro interpreta a un policía bonachón pero despistado.
Claro que después de una pandemia que le ha quitado tanto a los niños, “Yes Day” podría ser un bálsamo bienvenido para ellos. Mis hijos, naturalmente, amaron la idea y probablemente me pidan decir sólo “sí” en el “Yes Day”.
“Yes Day”, un estreno de Netflix, tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por material grosero y sugestivo y algo de lenguaje soez. Duración: 86 minutos. Dos estrellas de cuatro.
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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jakecoyleAP.