LA PAZ (AP) — El partido del presidente izquierdista Luis Arce pondrá en juego su liderazgo político en medio de fuertes pugnas internas en las elecciones de alcaldes y gobernadores del domingo en Bolivia, cinco meses después su amplia victoria nacional.
Pero esta vez la dividida oposición de centro y de derecha tiene mejores posibilidades de mantener las alcaldías en La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, las ciudades más grandes del país, según las encuestas.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio por cerrada la disputada campaña en medio de la pandemia y desde el jueves rige el silencio electoral.
“El gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) llega fuertemente golpeado y con escisiones importantes y, sobre todo, con el liderazgo de (el expresidente Evo) Morales cuestionado”, dijo a The Associated Pres el analista y escritor José Rafael Vilar. “La oposición es aún eminentemente de liderazgos locales y regionales y la dimensión de su posible victoria marcará el debate político en el resto del quinquenio”.
Arce obtuvo una holgada victoria con 55% de los votos en las elecciones presidenciales de octubre y puso fin a la crisis política que sumió al país tras la forzada renuncia de Morales en noviembre de 2019 por sospechas de fraude electoral, lo que provocó un estallido social que dejó 36 muertos.
La oposición concurre nuevamente dividida, pero ahora tiene más chances de contrapesar el escenario político dominando por el MAS, según Vilar.
Poco más de siete millones de personas han sido llamadas a votar para elegir a nueve gobernadores y 342 alcaldes para una gestión de cinco años.
El Tribunal Supremo Electoral dispuso horarios de votación según el final de la numeración (par o impar) de la cédula de identidad para evitar aglomeraciones debido a la pandemia. Los votantes están obligados a concurrir con barbijo y mantener el distanciamiento en las filas.
La campaña se desarrolló en medio de un rebrote del COVID-19 mientras la vacunación avanza lentamente. Hasta el jueves Bolivia lleva registrados 251.391 contagios y 11.734 decesos.
Morales se involucró en la campaña en medio de cuestionamientos de algunos sectores de su partido, que lo acusaron de imponer a los candidatos. Para calmar las aguas, el exmandatario llamó a la unión y aseguró que “con la unidad y conciencia del pueblo alcanzaremos la victoria”. Arce, por su parte, no apoyó activamente a los candidatos oficialistas.
“Arce ha pasado sus 100 días entre la pandemia, un tímido posicionamiento diferenciador con Morales, nulos aciertos en reactivar la economía y polémicas que le han ido reduciendo su capital político”, según Vilar.
El mandatario ha priorizado la salud para afianzar su gobierno con la llegada de pruebas de diagnóstico y vacunas y ha prometido que en marzo se masificará la inoculación con la llegada de más de 100.000 vacunas.