Vestuarista nominada a 2 Tony ofrece mucho más que precisión

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NUEVA YORK (AP) — Una de las cosas más curiosas del vestuario de la obra teatral de Broadway “A Soldier’s Story” fue algo que el público probablemente no vio.

Cada uno de los 12 actores lucía uniformes que reflejaban cuidadosamente los atuendos de soldados reales de 1944. Incluso las botas eran réplicas fieles. Pero alrededor del cuello llevaban placas de identificación militar meticulosamente grabadas con los nombres de los personajes, su edad y afiliación religiosa.

Las placas, que generalmente eran cubiertas por la ropa, les dieron a los actores un elemento físico que los ayudó a meterse en sus personajes, y fueron piedras angulares para sus papeles.

Fueron obra de Dede Ayite, quien recibió dos nominaciones a los Premios Tony 2021 al mejor diseño de vestuario. Incluso aunque pocos sabían de las placas o lo que decían, fue su regalo para los actores, su intento por profundizar la experiencia.

“Cosas como esa me dan felicidad. No necesito que el público lo sepa”, dijo Ayite. “Es construir esas capas que le dan mas textura a una pieza”.

Como muestra de su versatilidad, Ayite también está nominada por los vestuarios de “Slave Play”, una obra de Jeremy O. Harris sobre un taller de terapia antes de la Guerra Civil estadounidense. “A Soldier’s Play” está cimentada y tiene datos históricos precisos; “Slave Play” es fantasía y fetichismo.

“Me encanta cómo la ropa me hace sentir. Amo las historias que puedes contar a través de la ropa”, dijo Ayite. “Ese es el poder y la belleza de lo que puede lograr la ropa. Quiero tener acceso a eso”.

Para “A Soldier’s Play”, que explora el racismo dentro de una unidad negra del ejército estadounidense, Ayite creó rellenos especiales en los codos y rodillas para el actor David Alan Grier, quien era frecuentemente derribado en el escenario. Las botas de los soldados tenían que verse muy usadas, así que se las dio a los actores al comienzo de los ensayos.

Para “Slave Play”, puso un atuendo de dominatriz elaborado en piel bajo una criolina para un personaje y mezcló elementos contemporáneos, como ropa interior de Calvin Klein, con piezas de la era de la Guerra Civil para que los espectadores cuestionaran lo que estaban viendo.

Ayite dijo que siempre le ha dado curiosidad qué hace que los humanos reaccionen. En la universidad se tituló de teatro y neurociencia del comportamiento, una combinación rara vista en Broadway. Se destacaba en ambas áreas, pero en algún momento tuvo que elegir una.

“Debía elegir entre lo que me daba más felicidad y lo que hacía que mi corazón y mi espíritu se mantuvieran intactos. Y me fui por el arte”, dijo. “Simplemente le dije que sí a aquello que le hablaba al corazón. Es lo que me trajo hasta aquí hoy. Me siento agradecida por eso”.

Estudió una maestría en diseño de la Escuela de Teatro de Yale y da clases en la Universidad de Harvard. Ayite dijo que le gusta la naturaleza colaborativa del teatro y que su arte es “un llamado del alma”.

“No hay nada como ver a un público experimentando el mundo que uno ayudó a crear y verlos conmovidos”, dijo. “No necesito saliir corriendo y decir ‘¡hey, mírenme!’, porque lo veo, veo ese efecto”.

Sus créditos en Broadway también incluyen “American Son” y “Children of a Lesser God.”

“Es un gran honor creer que la gente que ve teatro y la gente que aprecia el teatro está viendo mi trabajo y reconociendo el esfuerzo”, expresó sobre sus nominaciones.

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Mark Kennedy está en Twitter como http://twitter.com/KennedyTwits

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