BUENOS AIRES, 1 mar (Reuters) - Analistas dan a conocer su opinión en torno a la coyuntura económica de Argentina, la que se encuentra en un difícil tránsito por una alta inflación, negociaciones con el FMI y coletazos de la pandemia de coronavirus.
El presidente del país, Alberto Fernández, abre las sesiones ordinarias del Congreso Nacional, en un año clave por las elecciones de medio término en octubre.
Los mercados financieros vienen de arrastrar un sesgo bajista por la desconfianza de los inversores institucionales sobre el futuro inmediato de la tercer economía más grande de Latinoamérica.
* Mariano Sardáns, director de la gerenciadora de patrimonios FDI, sostuvo que "el precio de bonos y acciones refleja lo que pasa en la economía real. Hace por lo menos un año que los empresarios están desinvirtiendo, tratando de sacarse costos fijos de encima y si pueden, se llevan sus negocios fuera de Argentina. Quien tiene un inmueble trata de venderlo y llevar el procedente al exterior, al igual que quien tiene dólares ahorrados".
Acotó que "hay un clima de desesperanza y desconfianza. Por eso no vemos que un posible acuerdo con el FMI produzca algún efecto positivo en el precio de los activos argentinos. Al parecer, los actores económicos necesitan un cambio político para revertir esta situación. El resultado de las elecciones de medio término podrían terminar definiendo si los activos argentinos aún están 'caros' o, por el contrario, producir un efecto de esperanza en vista a las presidenciales del 2023 y que se los empiece a ver como una oportunidad de inversión".
* "Los inversores van reconociendo que los desequilibrios económicos no se atenderán durante un año electoral, en donde además crecen los ruidos políticos, y en cambio sólo aspiran (desde el Gobierno) a un acuerdo 'light' con el FMI para refinanciar los compromisos", señaló Gustavo Ber, economista titular de la consultora Estudio Ber.
* "Una depreciación más lenta (del peso) no es necesariamente algo malo, puede ayudar a coordinar los salarios y los precios, pero creemos que requiere una disciplina fiscal para que los agregados monetarios no crezcan demasiado medidos en dólares", dijo en un informe a clientes un banco extranjero.
* "A contramano de lo que se preveía, febrero, que suele traer problemas en el mercado de cambios por la menor demanda de dinero, transcurrió con mayor calma. Ayudó que el mercado parece 'pricear' (prever) que es posible llegar hasta las elecciones (de medio término) sin un acuerdo con el FMI y atrasando el tipo de cambio", dijo Roberto Geretto, economista del Banco CMF.
* La consultora Ecolatina señaló que con el superávit comercial de enero, en las exportaciones "sobresale el crecimiento de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA), que mostraron su mayor valor en más de cinco años y crecieron casi 50% interanual (...) Además, estos bienes se vieron favorecidos por la suba de las 'commodities' (materias primas), que impulsó a los precios de este rubro un 18% interanual".
* "La producción industrial (de enero) registró un crecimiento de 4,8% al comparar con igual mes del año pasado. Por su parte, la medición desestacionalizada registró una expansión de 9,5% respecto de diciembre", de acuerdo al indicador IPI de la consultora Orlando Ferreres & Asociados.
* "El índice de 'Pobreza de los Trabajadores' (IPT) ha mostrado un deterioro del 1,1% promedio mensual desde julio del año pasado, con una caída del 6,2% en todo el (segundo) semestre", reportó la Fundación Libertad y Progreso.
Sostuvo que según el 'IPT' en base a fuentes oficiales, "los salarios han resignado poder adquisitivo. Esto implicó, por ejemplo, que una familia con ingresos en torno a los 50.000 pesos (unos 555 dólares) perdiera 6,2% de poder de compra de la Canasta Básica Total (CBT) y 7,8% respecto a la Canasta Alimentaria (CBA), entre julio y diciembre de 2020".
(Reporte de Jorge Otaola; Editado por Hernán Nessi)