Lima, 1 mar (EFE).- La milenaria ciudadela inca de Machu Picchu, la mayor atracción turística de Perú, volvió este lunes a reabrir sus puertas a los visitantes tras la decisión del Gobierno peruano de levantar la cuarentena que decretó en febrero en algunas regiones del país a fin de frenar el avance de la pandemia.
Según informó el Ministerio de Cultura a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, las visitas al Machu Picchu se retomarán con un aforo limitado al 40 % de su capacidad, lo que significa un ingreso máximo de 897 turistas por día, en lugar de los alrededor de 5.000 a los que llegaba antes de la pandemia.
La reapertura de la ciudadela inca llega luego de que el Gobierno peruano anunciara el fin de la cuarentena focalizada que había impuesto a principios de febrero en algunas regiones del país para impedir el avance de la segunda ola de contagios de covid-19.
A pesar de que la región sureña andina de Cusco, donde se encuentra el Machu Picchu, no estaba inicialmente entre los departamentos confinados, las autoridades clausuraron el parque arqueológico de este pueblo, que vive casi íntegramente de la actividad turística.
PÉRDIDAS DE 44 MILLONES EN 2020
Machu Picchu ya había reabierto sus puertas en noviembre con un gran espectáculo nocturno después de haber permanecido cerrado la mayor parte del 2020, desde que a mediados de marzo se decretó el primer confinamiento, que fue uno de los más largos y estrictos de Latinoamérica.
Según informaron a Efe fuentes del Ministerio de Cultura, la ciudadela inca recibió el año pasado un total de 274.561 visitantes, una cifra muy por debajo de los 1.505.428 registrados el año anterior.
En total, la cartera de Cultura estimó que las medidas decretadas en 2020 causaron una pérdida de más de 160 millones de soles (unos 44 millones de dólares) en los ingresos generados por la joya turística de Perú.
A partir de noviembre, pese a funcionar al 30 % de su capacidad, lo que suponía apenas 675 visitantes por día, la reapertura de Machu Picchu tuvo una gran acogida por parte de los peruanos, que enseguida agotaron los cupos para las visitas, que fueron gratuitos hasta final de 2020.
Tal reapertura, sin embargo, se vio interrumpida durante cinco días de diciembre ante las protestas de los vecinos del pueblo de Machu Picchu, ubicado en la parte baja de las montañas donde se encuentra la joya arquitectónica de los incas.
Las manifestaciones bloquearon la vía del tren que traslada a la gran mayoría de turistas que llega a Machu Picchu para reclamar pasajes más baratos que incentiven el arribo de más visitantes al pueblo.
PENDIENTE DEL AVANCE DE LA PANDEMIA
Además de Machu Picchu, este lunes también se retomaron, con ciertas restricciones, las visitas a otros sitios turísticos de la región de Cusco, como el Parque Arqueológico de Raqchi, ubicado en el distrito de San Pedro, en la provincia de Canchis.
Asimismo, volvió a permitirse la entrada de turistas en otras áreas protegidas del país, entre ellas la Reserva Nacional de Paracas, una de las áreas naturales más visitadas de Perú.
Esa reapertura se mantendrá hasta por lo menos el próximo 14 de marzo, fecha en la que el Gobierno dará nuevas directrices tras evaluar la continuidad de la incidencia de contagios y muertes causados por la covid-19.
La segunda ola de la pandemia desbordó de nuevo el frágil sistema sanitario del Perú y puso otra vez en evidencia el gran déficit nacional de oxígeno medicinal, un insumo vital para tratar los casos graves de la enfermedad y cuya demanda incrementó un 300 % en las últimas semanas.
De acuerdo con el último reporte oficial, la pandemia ya ha dejado en Perú más de 1,3 millones de casos confirmados de covid-19 y cerca de 46.500 fallecidos.
A la fecha, unos 15.100 pacientes continúan hospitalizados en su lucha contra la enfermedad, mientras que más de 1,2 millones de personas ya lograron superarla.