Denuncian la falta de voluntad para vigilar la financiación de los partidos en Honduras

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En la imagen, el director ejecutivo del Centro de Estudio para la Democracia de Honduras (Cespad), Gustavo Irías. EFE/Gustavo Amador/Archivo

Tegucigalpa, 25 feb (EFE).- El Centro de Estudio para la Democracia de Honduras (Cespad) cuestionó este jueves la falta de voluntad de las autoridades para garantizar la independencia de la unidad encargada de vigilar la financiación de los partidos políticos para las elecciones internas y generales de este año.
Asis Castellanos, investigador del Cespad, dijo a Efe que la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización de los Partidos Políticos y Candidatos, creada en 2017 y respaldada por la otrora Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), es "un avance" en materia electoral, pero ha estado marcada por la politización partidaria.
"Falta voluntad política y consensos partidarios para fortalecer la independencia y autonomía de la Unidad de Política Limpia", subrayó el experto del organismo privado.
La también conocida como Unidad de Política Limpia es la encargada de limitar los gastos de las campañas electorales, poner techo a los donativos y prohibir las donaciones anónimas en los procesos electorales.
"Antes de esta ley no existía un régimen regulatorio" en Honduras, señaló Castellanos, quien señaló además que la Unidad de Política Limpia ha tenido "grandes problemas" de presupuesto, administrativos y personal técnico y logístico.
UNIDAD POLÍTICA ESTÁ MÁS DIEZMADA
En su opinión, las elecciones primarias o internas, del 14 de marzo, y las generales, del 28 de noviembre, se celebrarán con una Unidad de Política Limpia "mucho más diezmada" que en el proceso electoral de 2017, porque aún "persisten las limitaciones" de presupuesto y personal técnico y logístico.
Las limitaciones de la Unidad, según Castellanos, ponen en "precario el control y supervisión del origen y destino" de los fondos que reciben los aspirantes a cargos de elección popular para sus campañas.
Castellanos insistió en la necesidad de que la Unidad tenga "independencia jurídico-administrativa y presupuestaria" del Consejo Nacional Electoral (CNE).
El ente también debe ajustar más los límites de gastos de las campañas políticas y buscar una fiscalización más estricta que reduzca el desbalance entre la financiación privada y pública, añadió.
VACÍO DE FISCALIZACIÓN
El Cespad indicó en un análisis sobre el papel de la Unidad de Política Limpia, que esta institución ha sido afectada por reformas políticas electorales y "su politización partidaria, al igual que por una elite política que manipuló el contenido original de la Ley, sobre todo en aspectos relacionadas con la transparencia y acceso a la información pública en torno al financiamiento privado".
Los comicios de 2017, en los que fue reelegido el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, y los de 2021, están caracterizados por "fuertes denuncias de financiamiento ilícito de las campañas", señaló.
Para el Cespad es "preocupante" que las elecciones de 2021 se celebren en medio de "un vacío en la fiscalización" de la financiación de las campañas, lo que "facilita la cooptación" de los partidos políticos, los candidatos y las instituciones públicas por parte de "redes de corrupción y el crimen organizado".
La Unidad continúa "debilitada desgraciadamente" y con un presupuesto de 30 millones de lempiras (1,3 millones de dólares) al año, 28 millones de lempiras (1,1 millones de dólares) menos que los asignados al momento de su creación, aseguró a Efe el director ejecutivo del Cespad, Gustavo Irías.
Irías coincidió con Castellanos subrayando que en Honduras "no existe voluntad política" para fortalecer la Unidad de Política Limpia y garantizar su independencia y autonomía.
"Esa voluntad política está muy determinada por el grado de cultura de transparencia y democratización que existe en los partidos políticos", explicó el director del Cespad, que expresó su preocupación ante la posibilidad de que la Unidad pueda desaparecer.
Asegurar la transparencia, la publicidad y la rendición de cuentas en el gasto de las campañas, es uno de los retos que enfrenta la Unidad de Política Limpia con miras al proceso electoral de 2021, acotó.

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