MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este domingo el uso de la violencia en las protestas pacíficas que, desde hace semanas, se están llevando a cabo contra el golpe de Estado perpetrado a principios de mes por el estamento militar.
"El uso de fuerza letal, intimidación y acoso contra manifestantes pacíficos es inaceptable. Todos tienen derecho a reunirse pacíficamente", ha compartido Guterres en el mismo día que se han registrado los peores episodios de violencia desde el inicio de las protestas.
En el mensaje que ha lanzado Guterres en su cuenta de Twitter, ha solicitado "un llamamiento a todas las partes para que respeten los resultados de las elecciones y vuelvan a un gobierno civil".
CONDENA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Junto al secretario general de Naciones Unidas, otros altos representantes han condenado el uso de la violencia en el país asiático por los golpistas en las últimas horas.
Durante el sábado, el máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, ha comunicado su enérgica condena a la represión que están ejerciendo los soldados birmanos y ha informado de que la situación en Birmania será tema de tema de discusiones el próximo lunes, en el seno del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
Por otro lado, a última hora del sábado, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha compartido en su Twitter que Estados Unidos estaba "profundamente preocupado" por las informaciones sobre el continuo acoso y la detención de manifestantes y ha mostrado su apoyo con el pueblo birmano.
"Nos preocupan profundamente los informes según los cuales las fuerzas de seguridad birmanas han disparado contra manifestantes y siguen deteniendo y hostigando a manifestantes y otras personas en Birmania", ha dicho.
LA SITUACIÓN EN BIRMANIA
Al menos dos personas han muerto, otras veinte han resultado heridas -- algunas de ellas de gravedad -- y una decena se encuentran detenidas por una gran carga policial durante una gran protesta en la ciudad de Mandalay, según han informado medios nacionales, citando como fuentes a testigos de la intervención.
Según el relato de los presentes, decenas de personas se habían congregado en el astillero de Yadanarbon para protestar contra las maniobras de presión de los militares contra los empleados de las instalaciones portuarias, que habían decidido declararse en huelga en señal de repulsa contra el golpe de Estado.
Estos incidentes tienen lugar después de que una joven birmana que se encontraba en estado crítico tras recibir un disparo en la cabeza en una manifestación celebrada el 9 de febrero contra el golpe de falleciera este viernes, convirtiéndose en la primera víctima mortal de la represión de las protestas.
La joven, Mya Zuet Jine, una estudiante de 20 años, estaba ingresada en muerte cerebral un hospital de la capital, Naipyidó, a causa de las heridas sufridas. La mujer recibió el disparo cuando buscaba protección en una parada de autobús de los cañones de agua de la Policía.
Las manifestaciones se han sucedido en el país desde la asonada del 1 de febrero, dada poco antes de que se constituyera el nuevo Parlamento, surgido de las elecciones legislativas de noviembre. Durante el golpe fueron detenidos la entonces líder 'de facto' del país, Aung San Suu Kyi, y el presidente, Win Myint.