Decenas de miles de hogares de Nueva Delhi se quedaron sin agua corriente este lunes, tras una fuerte riada ocurrida hace ocho días en un valle del norte de India.
Las autoridades indicaron que los cortes se debían a la gran cantidad de barro y desechos acumulados, procedentes del valle de Rishiganga, en el estado de Uttarakhand (norte), cuyas aguas abastecen a gran parte de Nueva Delhi, a 530 km de distancia.
El servicio de aguas de la ciudad pidió a los habitantes que hagan un uso "juicioso" del agua, pues dos de las principales depuradoras de la ciudad no estaban funcionando a pleno rendimiento, por la gran cantidad de agua sucia estancada.
La catástrofe, acaecida el 7 de febrero, causó más de 50 muertos y 150 desaparecidos, según un balance provisional de las autoridades.
La repentina inundación devastó el valle y dañó un complejo hidroeléctrico, además de destrozar carreteras y puentes.
El fenómeno fue atribuido en un primer momento a la ruptura de un glaciar del Himalaya pero otras hipótesis apuntan que podría deberse a la formación de un lago a raíz del deshielo de un glaciar, que habría acabado desbordándose.
El rápido deshielo de los glaciares en la región, provocado por el cambio climático, es cada vez más preocupante.
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