Carlos Nobre: "Hay señales preocupantes de sabanización en la Amazonía"

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Fotografía de archivo fechada el
Fotografía de archivo fechada el 6 de julio de 2016 que muestra ganado junto al río Amazonas (Brasil). EFE/ Fernando Bizerra Jr/Archivo

Sao Paulo, 15 feb (EFE).- La "sabanización" de la Amazonía ya es una realidad y existen "señales" que lo corroboran. Si el proceso no es revertido, las consecuencias serán devastadoras para el planeta y podrían desencadenar nuevas pandemias como la del coronavirus, alerta en una entrevista a Efe el científico brasileño Carlos Nobre.
Nobre, una referencia mundial sobre los efectos del cambio climático en la Amazonía, advirtió en un estudio realizado en 1990 sobre el riesgo de "sabanización" del mayor bosque tropical del planeta. Pero treinta años después, la "sabanización" no es tan sólo una preocupación teórica.
"Los (nuevos) estudios muestran que la estación de sequía ha aumentado de 3 a 4 semanas respecto a los años 80 en el sur de la Amazonía. Como la estación de sequía es más larga, la temperatura también se ha incrementado", resalta Nobre, el primer brasileño en recibir el premio de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia de Diplomacia Científica.
De acuerdo con el climatólogo, algunos árboles típicos de la selva están muriendo en el sur de la Amazonía debido al menor reciclaje de agua, mientras que aquellos que coexisten tanto en el Cerrado (sabana) brasileño como en el mayor bosque tropical del planeta se encuentran más preservados.
Asimismo, estudios recientes han desvelado que la absorción del dióxido de carbono de la selva a través de la fotosíntesis está disminuyendo, lo cual, según Nobre, demuestra que "la 'sabanización' ya no es una proyección teórica".
"Hay señales preocupantes de sabanización. Es algo que estamos viendo suceder en la Amazonía, principalmente en el sur y estamos cerca de exceder el punto de no retorno", advierte.
Según sus cálculos, el llamado punto de no retorno en el proceso de "sabanización" podría alcanzarse en un periodo de 15 a 30 años en caso de que el calentamiento global prosiga su ritmo actual y que se tale un 20 o 25 % de la Amazonía.
Nobre, a diferencia de otros científicos, cree que todavía es posible evitar el punto de no retorno en el proceso de "sabanización", aunque los esfuerzos deberán ser hercúleos.
"Creo que si tenemos éxito en los objetivos del Acuerdo de París para contener el calentamiento global, si bajamos las emisiones hasta 2030, reducimos a cero la deforestación en los próximos cinco años y hacemos un gran proyecto de reforestación en el sur de la Amazonía podremos evitar el punto de no retorno", sostiene.
El climatólogo recuerda que la deforestación de la Amazonía brasileña crece desde 2015, coincidiendo con la crisis económica y la reducción de la fiscalización, pero se intensificó durante el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, defensor de un modelo desarrollista similar al de la dictadura militar (1964-1985).
"Los que quieren ocupar tierras se sienten empoderados políticamente porque aseguran que el presidente está de su lado", explica.
De acuerdo con los datos oficiales del Instituto Nacional de Pesquisas (Inpe), la Amazonía brasileña perdió 11.088 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2019 y julio de 2020, área un 9,5 % superior a la del año inmediatamente anterior y la mayor para el período en los últimos doce años.
LAS CONSECUENCIAS DE LA "SABANIZACIÓN"
La selva amazónica almacena entre 100.000 y 120.000 millones de toneladas de dióxido de carbono en su biomasa. Pero en caso de que se convirtiese en una gran sabana, dos tercios dejarían de ser absorbidos por la selva e irían directamente a la atmósfera, según Nobre.
De esa forma, asegura, será imposible limitar el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados, como prevé el Acuerdo de París, lo que tendrá un efecto directo en la estabilidad climática regional y en la agricultura de Sudamérica.
Además de la pérdida "masiva de cientos de miles de especies", la "sabanización" del mayor bosque tropical del planeta también podría abrir la puerta a nuevas pandemias como la del nuevo coronavirus.
"Si perturbamos el ambiente con mayor número de microorganismos vivos del mundo corremos el riesgo de generar nuevas pandemias. ¿Por qué la Amazonía no generó una gran pandemia siendo un lugar con miles de especies de coronavirus y arenavirus? Hasta ahora es un misterio que la ciencia no consiguió explicar", señala.
Y agrega: "El riesgo de pandemias originarias de la Amazonía es enorme. La 'sabanización' perturba ese ambiente de microorganismos y muchos pueden salir de la Amazonía junto con animales que van a perder su espacio".
Alba Santandreu

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