LA HABANA (AP) — Cuba rompió el sábado su silencio sobre un memorando que entregó al gobierno colombiano advirtiéndole de un presunto ataque guerrillero en Bogotá y lamentó que este gesto fuera usado por la administración del presidente Iván Duque para alimentar la tensión binacional.
Una declaración de la cancillería de la nación caribeña expresó además su “preocupación” de la gestión del proceso de paz por parte de Duque y la matanza de líderes sociales y ex rebeldes de las ya inactivas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) vinculados al diálogo de paz, del cual fue garante y que logró la entrega de las armas de la otrora guerrilla en 2018.
Según el texto, la embajada de Cuba en Colombia recibió información acerca de un supuesto ataque militar del Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a realizarse en los próximos días en Bogotá y el 6 de febrero pidió una entrevista con la cancillería del país sudamericano.
Pese a la urgencia, recién se logró una cita para el lunes 8 de febrero, cuando el embajador José Luis Ponce dio al vicecanciller Francisco Echeverry el memorando.
“Observamos entonces con sorpresa que un asunto de seguridad, de la mayor sensibilidad, tratado con la mayor discreción y urgencia por parte de nuestro país, fuera entregado inmediatamente... a los medios de comunicación”, expresó la declaración. “Veinticinco minutos después de presentado el memorando por Cuba, ya la prensa publicaba una copia del propio documento”.
La información ofrecida de buena voluntad fue utilizada “como pretexto para atacar a Cuba bajo supuestos mendaces, con la hostilidad y el enfoque habituales que sólo tienden a alimentar las diferencias entre ambos gobiernos y a dañar la participación de actores internacionales en el proceso de paz”, agregó el texto.
El Comisionado para la Paz de Colombia, Miguel Ceballos, insistió en que la isla entregara mayores precisiones y diera a conocer la fuente, al tiempo en que descreyó del desconocimiento de los hechos alegados por la delegación del ELN en La Habana de un ataque. Al mismo tiempo, funcionarios del país sudamericano retomaron el pedido para que Cuba entregue a los líderes de esa organización rebelde que se encuentran en su territorio.
El propio ELN tanto en Colombia como en Cuba negó que estuviera preparando acciones y consideró que incluso podría tratarse de un falso positivo o un posible atentado realizado por un grupo para endilgárselo a la guerrilla.
Cuba se involucró en el proceso de paz y como garante del diálogo entre el ELN y el gobierno de Colombia entre 2017 y 2018, tras el acuerdo alcanzado con las FARC.
Liderada por Pablo Beltrán, la delegación del ELN participó en rondas de conversaciones con funcionarios de Duque, pero a principio de 2019 un atentado contra una escuela de cadetes de la policía en Bogotá -que dejó más de 20 muertos- provocó la suspensión de la mesa.
Duque exigió la entrega de los rebeldes y Cuba rechazó el pedido alegando el protocolo de las conversaciones -también respaldada por Noruega- que establece que en caso de ruptura estos no deben ser extraditados, sino que se les permitirá volver a sus campamentos.
La presencia del ELN en la nación caribeña --actualmente 15 personas-- se convirtió en un punto de discordia además con Estados Unidos que incluyó a la isla en un listado de países patrocinadores del terrorismo por su rechazo a deportar a los guerrilleros.
La declaración cubana de este sábado se quejó de la forma en que Duque está gestionando los convenios alcanzados en La Habana en 2018, tras años de negociaciones con las FARC.
“Reiteramos la preocupación por los incumplimientos e intentos unilaterales de modificación del Acuerdo de Paz con las FARC-EP; así como por el creciente número de asesinatos y masacres de ex miembros de la guerrilla, líderes sociales y defensores de los derechos humanos en Colombia”, manifestó el documento.