LOS ÁNGELES (AP) — Una audiencia sobre una demanda en la que se buscan soluciones a la crisis de indigentes en Los Ángeles no se llevó a cabo el jueves en un tribunal ni por videoconferencia, sino en un albergue en el corazón de Skid Row, la notoria sección del centro en la que miles de personas viven en las calles.
El juez federal de distrito David Carter presidió desde una mesa plegable ubicada bajo una gran carpa en el estacionamiento del Downtown Women's Center, en donde las aceras aledañas están llenas de tiendas de campaña. La audiencia fue interrumpida ocasionalmente por música fuerte, las bocinas de los automovilistas o los gritos de las personas que escuchaban al otro lado de las puertas del recinto.
“Esta es una audiencia extraordinaria”, dijo Carter, reconociendo no sólo el escenario sino también las dimensiones del problema que enfrenta la corte.
Carter preside un caso presentado en marzo en el que se acusa a la ciudad y al condado de no atender a fondo la situación desesperada que enfrentan los indigentes, incluyendo hambre, delincuencia, miseria y, ahora, la pandemia del coronavirus. La denuncia fue interpuesta por un grupo de empresarios, residentes y líderes comunitarios llamado LA Alliance for Human Rights.
El juez dijo que convocó a la sesión en ese lugar porque le preocupa que la gente “no está viendo y sintiendo" la realidad en ese lugar. Visitó la zona durante una fuerte tormenta la semana pasada y pudo ver las “espantosas y peligrosas” condiciones que soportan las mujeres, algunas de ellas descalzas y sufriendo de hipotermia, según escribió en una orden que emitió el domingo.
Carter les dijo a funcionarios de la ciudad y del condado que registren cualquier avance que se haya alcanzado en atender los problemas que expone la demanda. Si los políticos no pueden brindar soluciones, el juez dijo que quiere explorar con qué poderes cuenta el tribunal para implementar remedios ante la crisis, y si es que él debería utilizarlos.