Alerta de que la variante británica aumenta un "50 por ciento por semana"
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El primer ministro de Francia, Jean Castex, ha descartado de nuevo este jueves la imposición de un nuevo confinamiento para frenar la expansión de los contagios de COVID-19, pero ha alertado sobre "aligerar las medidas" restrictivas vigentes en este sentido.
"Un nuevo confinamiento sólo puede imaginarse como último recurso", ha dicho Castex, que ha subrayado que, de momento, la situación de la pandemia en Francia no lo exige.
No obstante, ha avisado de que, si las autoridades se ven "obligadas" a imponer esta medida, "no dudarían en asumir responsabilidades". "El objetivo no es retrasar este plazo, sino hacer todo lo posible para evitarlo", ha insistido.
Así, y aunque se ha mostrado consciente de la "consternación" y la "impaciencia" derivadas de la situación, ha aseverado que "no ha he llegado el momento de aligerar las medidas". "Las reglas, basta con que un pequeño número las rompa para que el virus prospere, provocando en ocasiones consecuencias irremediables", ha avisado.
Por ello, ha defendido las últimas restricciones adoptadas por el Ejecutivo francés, como el cierre de fronteras y la clausura de centros comerciales. "Ha llegado el momento de reforzar nuestras medidas, siempre que sea necesario", ha sostenido. En este sentido, ha indicado que el teletrabajo, siempre que sea posible, "se vuelve imperativo".
Por su parte, el ministro de Salud francés, Olivier Véran, ha alertado de que la detección de casos de COVID-19 de la variante británica del virus aumenta "un 50 por ciento por semana". Si la mutación se convirtiera en líder, "el riesgo es el de la ola epidémica", ha agregado.
También, se ha referido a los planes de vacunación contra la COVID-19 y ha asegurado que entre 3,5 y 4 millones de franceses habrán recibido una primera dosis del fármaco. "Cuando tengamos más dosis en marzo, podremos aumentar aún más el número de primeras inyecciones", ha asegurado, según ha informado el diario 'Le Figaro'.
Hasta el momento, las autoridades sanitarias francesas han contabilizado más de 3,3 millones de personas contagiadas de la COVID-19, incluidas más de 77.700 víctimas mortales a causa de la enfermedad.