LOS ANGELES (AP) — Cicely Tyson fue una actriz negra que abrió puertas para que otras mujeres de color pasaran por ellas.
Tyson seleccionaba estratégicamente papeles poderosos con la intención de elevar la forma en la que son percibidos los actores negros. Con gracia y dignidad, protagonizó películas como “Sounder” y producciones de TV como “The Autobiography of Miss Jane Pittman”. Tuvo éxito para acabar con los estereotipos e inspiró a muchas actrices negras que trataron de seguir sus pasos. Una generación más joven de actrices negras — Viola Davis, Kerry Washington y Zendaya entre ellas — rindieron homenaje a Tyson después de saber su muerte a los 96 años el jueves.
Davis dijo que Tyson la hizo sentir “apreciada en un mundo donde todavía hay una capa de invisibilidad para nosotras las chicas de chocolate oscuro”. Washington sentía que Tyson era una “muestra de gloria”, mientras que Zendaya, quien hizo historia en los Emmy el año pasado como la actriz protagónica de drama más joven en ser galardonada, llamó a Tyson “una de las más grandes”.
“Gracias por abrir de par en par puertas para chicas como yo”; dijo la actriz Tika Sumpter.
La muerte de la actriz, anunciada por su mánager, surgió días después de que fuera publicado su libro de memorias “Just As I Am”.
Tras ser modelo, Tyson comenzó su carrera con pequeños papeles, pero se volvió famosa a comienzos de la década de 1970 cuando las mujeres negras finalmente comenzaban a tener personajes protagónicos. Tyson se negaba a aceptar papeles simplemente por el dinero, y se mantuvo selectiva hasta el final.
Tyson quería alejarse de los retratos negativos de mujeres negras con la esperanza de subrayarlas con un prestigio poderoso.
“Desde temprano Cicely decidió que su trabajo como actriz sería más que un empleo”, dijo Oprah Winfrey en un comunicado. “Ella usó su carrera para iluminar la humanidad en la gente negra. Los papeles que interpretó reflejan sus valores, nunca hizo concesiones. Su vida vivida con tal intensidad es un testimonio de su grandeza”.
Gayle King, quien entrevistó a Tyson la semana pasada, dijo que la actriz estaba todavía llena de vitalidad. Dijo que Tyson señaló que tenía más por dar y le interesaba dirigir un proyecto en el futuro.
“No era una viejita chocha”, dijo King. “Esa no era Cicely Tyson. Ella hablaba de su deseo de dirigir. Dijo ‘quizá tenga algo para compartir más adelante’”.
Tyson fue nominada al Oscar por su papel en “Sounder” en la que interpretaba a una esposa amorosa de la era de la Gran Depresión, cuyo esposo aparcero es encarcelado por robar un trozo de carne para su familia. Ella se veía obligada a cuidar de sus hijos y sus cosechas.
En el drama de televisión de 1974 “The Autobiography of Miss Jane Pittman”, basado en una novela de Ernest J. Gaines, a Tyson se le veía pasar ser una joven esclava a una anciana de 110 años que luchaba por los derechos civiles con el movimiento de la década de 1960. En el conmovedor clímax, ella caminaba con trabajos hacia una fuente “sólo para blancos” y bebía mientras oficiales blancos la observaban.
Su papel en “Pittman” le valió a Tyson dos premios Emmy. También ganó un Emmy a mejor actriz de reparto en 1994 por su personaje en “Oldest Living Confederate Widow Tells All.”
A los 88 años, Tyson ganó el Tony a mejor actriz principal en una obra por la reposición de “The Trip to Bountiful” de Horton Foote. Era su primera vez en Broadway en tres décadas.
Una nueva generación de cinéfilos la conoció en la popular película de 2011 “The Help” (“Historias cruzadas”). Más recientemente estuvo en televisión con un papel recurrente en “How to Get Away with Murder”, en la que también actúa Davis. También tuvo papeles en las películas de Tyler Perry — “Diary of a Mad Black Woman″ y “Madea’s Family Reunion” — donde su personaje daba sabios consejos sobre perdón y vivir con integridad.
“Muchas veces el talento y el éxito de las chicas y mujeres negras es tratado como escazas piezas de oro, temporales y fugaces”, dijo la Poeta Laureada Amanda Gorman, de 22 años, en un comunicado. “Tyson le mostró al mundo que la mujer negra es más que un momento, somos leyendas, mitos por derecho propio”.
Gil Robertson, cofundador y presidente de la Asociación de Críticos de Cine Afroestadounidenses, dijo que Tyson era un pilar de la comunidad afroestadounidense.
“Más que sólo una actriz, ella reformuló la identidad de lo que significa ser negro y humano en pantalla, con atención especial dirigida a las mujeres negras”, dijo Robertson, quien agregó: Tyson “se convirtió en la vasija a través de la cual toda la dignidad de quién era ella como persona negra, como mujer negra, podía fluir”.
La fama de Tyson trascendió todos los medios. Figuras prominentes como los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama (quien le otorgó a Tyson la Medalla de la Libertad en 2016), actores de Hollywood y Broadway, así como deportistas profesionales expresaron su aprecio por Tyson, muchos de los cuales elogiaron el enfoque cuidadoso en su carrera y activismo.
Siempre que Tyson hacía una aparición era elogiada, incluso en los lugares más inesperados.
“Mientras filmábamos un documental en su Spanish Harlem, ¡la gente paraba sus autos!, ¡en la calle! Para detenerse a saludar”, recordó Soledad O’Brien en Twitter. “Gente vieja, adolescentes, fans de mediana edad. ¡Ci-ce-ly! Coreaban mientras ella pasaba”.
La actriz y comediante Robin Thede deseó que Tyson sea una de esas leyendas que el mundo recuerde para siempre. Lo llamó “un sueño tonto, pero uno así lo sueña”.
Al igual que muchos, la ex primera dama Michelle Obama reconoció que echará de menos la presencia de Tyson, pero sonreirá “sabiendo a cuánta gente inspiró, como a mí, a caminar un poco más erguido, a hablar con un poco más de libertad, a vivir un poco más como es la intención de Dios”.
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La periodista de The Associated Press Brooke Lefferts contribuyó a este despacho.