NUEVA YORK (AP) — Dos fondos de pensiones para trabajadores municipales de la ciudad de Nueva York retirarán un estimado de 4.000 millones en inversiones en empresas de combustibles fósiles para promover el uso de energía limpia, anunciaron esta semana funcionarios de la ciudad.
“La desinversión en combustibles fósiles es posible y necesaria”, dijo el contralor municipal Scott Stringer, quien acompañó el martes al alcalde Bill de Blasio en una sesión informativa por video. “La política de inversión inteligente y soluciones climáticas inteligentes van de la mano”.
Varias decenas de universidades ya han dejado de invertir, por lo menos parcialmente, en combustibles fósiles, con frecuencia por presión de los estudiantes.
De Blasio y Stringer anunciaron el lunes que las juntas del Sistema de Retiro de Empleados de la ciudad de Nueva York, con valor de 91.400 millones de dólares, y del Sistema de Retiro de Maestros de la ciudad de Nueva York, con un valor de 77.400 millones de dólares, habían votado para aprobar la desinversión en combustibles fósiles. Se prevé que un tercer fondo de pensión, el Sistema de Retiro del Consejo de Educación de la ciudad de Nueva York, vote pronto a favor de la desinversión.
“Los combustibles fósiles no sólo son malos para nuestro planeta y nuestras comunidades, son una mala inversión”, dijo De Blasio cuando anunció las medidas adoptadas por los fondos de pensión.
En 2018, De Blasio y Stringer, ambos demócratas, fijaron un objetivo para desinvestir fondos de pensión municipales de la industria de combustibles fósiles, que incluye compañías de petróleo, gas y carbón.
El ambientalista y escritor Bill McKibben dijo que desde entonces sabía que la intención de desinvertir de la ciudad de Nueva York tendría un impacto.
“Lo que dije en ese momento fue que pensé que esto era particularmente significativo debido a la señal que envió si el centro financiero del mundo había recibido este mensaje”, dijo McKibben, quien participó en la videollamada del martes. “Y dije que las acciones de la ciudad de Nueva York se escucharían alto y claro”.
El contralor del estado de Nueva York, Thomas DiNapoli, anunció el mes pasado que el fondo de pensiones estatal, de 226.000 millones de dólares, se desharía de muchas de sus acciones en combustibles fósiles en los próximos años, y que para 2040 vendería sus acciones en otras compañías que contribuyen al calentamiento global.