NUEVA YORK (AP) — Aprobar una reforma migratoria que allane el camino a la ciudadanía estadounidense para 11 millones de inmigrantes sin autorización podría lograrse este año aunque no será fácil debido al legado “racista” dejado por el expresidente Donald Trump, dijo el lunes la veterana activista de derechos civiles Dolores Huerta.
En una entrevista telefónica con The Associated Press, Huerta destacó que ahora es necesario educar al público estadounidense sobre los méritos de los inmigrantes y desmantelar el trabajo de Trump. Para aprobar una reforma migratoria en Estados Unidos habrá que recordar imágenes impactantes, como las de la separación de padres e hijos migrantes en la frontera sur estadounidense durante la presidencia de Trump, indicó.
“Creo que (Trump) fue mucho más lejos de lo que la gente esperaba”, dijo Huerta. “Cuando uno ve esas imágenes, no creo que haya nadie con una mente sana que apoyase la separación de familias. Y creo que eso marcará la diferencia (para la reforma migratoria)”.
“Aún creo que la mayoría de los estadounidenses son gente con buen corazón y con una buena mentalidad. Cuando vean que la lucha (para la reforma migratoria) es justa, se unirán a la causa”, dijo Huerta.
El proyecto de ley migratoria que Biden ha enviado al Congreso demoraría la obtención de la ciudadanía en sólo tres años para algunos inmigrantes y hasta ocho para otros. La propuesta facilitaría que cientos trabajadores se queden en el país de forma temporal o permanente, concedería ayudas al desarrollo a países de Centroamérica con la esperanza de reducir la inmigración y reforzaría la tecnología de control fronterizo.
El proyecto de ley —que ha fracasado anteriormente en el Congreso— llega tras la salida de Trump, que impuso duras políticas para frenar la llegada de inmigrantes no autorizados a Estados Unidos. En 2018 la administración Trump lanzó una política de tolerancia cero para procesar como criminales a los migrantes adultos que entraban ilegalmente a través de la frontera con México. Por esa decisión miles de padres fueron separados de sus hijos y se generó una fuerte ola de críticas a nivel internacional. Poco después Trump dio marcha atrás con la separación familiar.
Huerta, nacida en el estado de Nuevo México, está considerada como un símbolo de la lucha de los trabajadores inmigrantes, sobre todo de los que trabajan en el campo. Junto al activista de derechos civiles César Chávez, Huerta co-fundó la organización conocida hoy como United Farm Workers. Hoy en día es la presidenta de la Fundación Dolores Huerta.
La activista aseguró ser optimista respecto a la aprobación de la propuesta migratoria en el Congreso, a pesar de la fuerte división entre demócratas y republicanos que existe en éste.
“Creo que fue muy valiente por parte de Biden tomar un paso tan decisivo de forma inmediata tras asumir la presidencia”, indicó. “Creo que (Biden) envía un mensaje muy claro de que él no va a hablar de lo que hará sino que ya lo está haciendo”.
Las campañas que se lanzan ahora por parte de activistas a favor de una reforma van a tener mucho trabajo por delante, dijo Huerta, quien destacó que deben tratar de demostrar que los inmigrantes contribuyen mucho a la sociedad.
“Es necesario educar al público estadounidense y hacerle entender que los inmigrantes son trabajadores esenciales y que debemos cuidarlos”, dijo.