WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Nueva Zelanda reportó el domingo su primer caso de coronavirus fuera de un centro de cuarentena en más de dos meses, aunque en un primer momento no había indicios de que el virus se estuviera propagando por la comunidad.
La paciente era una mujer de 56 años que regresó poco antes de Europa, indicó el director general de Salud, Ashley Bloomfield.
Como otros viajeros, la mujer pasó 14 días en cuarentena y dio negativo dos veces antes de volver a su casa el 13 de enero. Después mostró síntomas y dio positivo.
Las autoridades sanitarias analizarían el genoma del virus, pero trabajaban bajo la hipótesis de que el caso es una variante más contagiosa, señaló Bloomfield.
Se estaba investigando si era posible que la mujer se hubiera contagiado de otro viajero alojado en el mismo centro de cuarentena.
Nueva Zelanda ha eliminado los contagios locales, al menos por ahora. Bloomfield señaló que las autoridades estaban trabajando en el rastreo de contactos y pruebas diagnósticas y esperaban tener más información sobre el caso en los próximos días.
Por su parte, una ciudad china completó 2.600 habitaciones temporales de tratamiento mientras el norte del país combatía nuevos focos de infección. Las habitaciones individuales en la ciudad de Nangong, en la provincia de Hebei, junto a Beijing, estaban equipadas con calefactores, retretes, duchas y otras instalaciones, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
Se está prestando una atención especial a Hebei debido a su cercanía a la capital, y la provincia ha aislado amplias zonas para impedir que el virus se expanda más.
La capital provincial, Shijiazhung, y la ciudad de Xingtai, que incluye a Nangong, están prácticamente aisladas. También se han confinado zonas residenciales y desplegado programas masivos de pruebas diagnósticas.
La Comisión Nacional de Salud reportó el domingo 19 casos adicionales en Hebei. La provincia de Heilongjiang, en el nordeste, confirmó otros 29 contagios asociados en parte a un brote en una planta de procesamiento de carne. Beijing, donde se ha ordenado que unos 2 millones de residentes se hagan pruebas, reportó dos casos nuevos.
China atiende ahora a unas 1.800 personas con COVID-19, 94 de ellos clasificados como graves. Otros 1.017 están bajo vigilancia en aislamiento por haber dado positivo en el virus sin mostrar síntomas.