Chipre se ha visto sacudido por un escándalo de agresiones sexuales después de que una campeona de tiro, Andri Eleftheriou, diera a la policía el nombre de su presunto agresor, por hechos ocurridos en la pasada década.
Las alegaciones de esta naturaleza son raras en la isla mediterránea, donde las víctimas tienen miedo de denunciar. Andri Eleftheriou, de 36 años, había hecho público los hechos en 2018, pero el caso fue ignorado.
A principios de semana, la medallista de oro de skeet (antes ball-trap) en los Juegos de la Commonwealth en 2006 fue animada a denunciar los hechos por la ministra chipriota de Justicia, Emily Yiolitis.
Andri Eleftheriou declaró haber sido víctima de agresiones sexuales por una persona que se encontraba en posición de autoridad en los Juegos de la Commonwealth de Melbourne en 2006 y también en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008.
La policía investiga en la actualidad el caso y responsables deportivos, entre ellos miembros de la Federación de Tiro, fueron convocados para ser interrogados.
Andri Eleftheriou había hablado de su calvario en el pasado en los medios de comunicación, pero solo el jueves presentó una denuncia, tras su encuentro con la ministra de Justicia, que la animó a comunicar a la policía el nombre de su agresor.
"Que esto dé a otras el impulso necesario para expresarse, para romper el muro de silencio y corregir todo lo que lo alimenta", declaró Yiolitis en un comunicado.
La ministra de Justicia hizo un llamado a todas las mujeres víctimas de abusos sexuales a manifestarse "sin temor".
La atleta chipriota declaró haber tenido "la fuerza mental necesaria para presentar una denuncia ante la policía", tras las manifestaciones de apoyo de asociaciones deportivas y de la ministra.
Otras deportistas de la Federación de Tiro de Chipre afirmaron también haber sufrido agresiones similares.
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