Tim Berners-Lee, el principal inventor de la Web en 1989, afirma que el proyecto del gobierno de Australia para obligar a los gigantes digitales a remunerar a los medios de comunicación por el uso de sus contenidos es "inviable" y socava un "principio fundamental" de internet.
Australia presentó un proyecto de "código de conducta vinculante" que supuestamente regirá las relaciones entre los medios -bajo grandes dificultades financieras- y los gigantes que dominan internet, principalmente Google y Facebook. Este reglamento, que podría entrar en vigor este año, sería una primicia mundial.
En un texto del 18 de enero, el físico británico Tim Berners-Lee declara que entiende la necesidad de que la prensa sea "recompensada debidamente" por su trabajo. Pero "las restricciones en el uso de los enlaces de hipertexto no son la forma correcta de alcanzar este objetivo", asegura.
En el marco de una investigación del Senado australiano sobre la iniciativa, escribe que "la capacidad de crear enlaces [hipertextos] libremente, es decir, sin límites en cuanto al contenido del sitio vinculado y sin coste, es fundamental para el funcionamiento de la web, forma en la que ha prosperado hasta ahora y en la que seguirá creciendo en las próximas décadas".
El proyecto de Australia prevé sanciones de varios millones de euros en caso de infracción y apunta al "hilo de actualidad" de Facebook y las búsquedas de Google. Los dos gigantes de internet amenazan por su parte con limitar sus servicios a los internautas australianos.
"Si se siguiera este precedente en otros lugares, la web podría volverse inaplicable en todo el mundo", dijo Tim Berners-Lee, quien "por lo tanto, exhorta respetuosamente" a Australia a "retirar este mecanismo" del código.
Berners-Lee es el inventor en 1989 del sistema de enlace de hipertexto, es decir, la posibilidad desde una página de clicar en palabras clave, que conducen directamente a la página consagrada a ellas, la cual a su vez contiene enlaces hacia otras páginas y así sucesivamente.
La Oficina del representante estadounidense para el Comercio también exhortó a Australia a abandonar su plan y afirmó que "podría haber consecuencias negativas a largo plazo" para las empresas y los consumidores.
La iniciativa australiana se está siguiendo muy cerca en todo el mundo en un momento en el que los medios sufren en una economía digital donde Facebook, Google y otras grandes empresas tecnológicas captan cada vez más ingresos por publicidad. Recibió el apoyo de los medios australianos.
La crisis de los medios de comunicación se ha agravado con el colapso económico provocado por el coronavirus. En Australia decenas de periódicos han cerrado y cientos de periodistas se han quedado sin empleo.
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