La número tres de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Liz Cheney, anunció el martes que votará para iniciar un juicio político al presidente Donald Trump por incitar a sus partidarios a la "insurrección" en el Capitolio.
"Nunca ha habido una traición más grande por parte de un presidente de Estados Unidos a su cargo y su juramento a la Constitución", dijo Cheney en un comunicado.
"Esta insurrección causó heridos, muerte y destrucción en el espacio más sagrado de nuestra república", dijo sobre la toma de la sede del Congreso, que dejó cinco muertos.
Es la primera vez desde la renuncia del presidente republicano Richard Nixon en 1974 que un líder del propio partido del mandatario respalda un juicio político en su contra.
El pronunciamiento de Cheney se produjo después de que su colega John Katko, congresista de Nueva York, se convirtiera en el primer republicano en la Cámara Baja en comprometerse a votar el "impeachment". Adam Kinzinger, un republicano de Illinois y abierto crítico de Trump, lo siguió poco después.
Ningún integrante republicano de la Cámara de Representantes votó para acusar a Trump en diciembre de 2019 y solo un senador republicano, Mitt Romney, votó para condenarlo. Entonces Trump fue acusado de haber retenido ayuda económica estadounidense para forzar a Ucrania a investigar presunta corrupción del ahora presidente electo Joe Biden.
La declaración de Cheney se conoce en medio de informes de que el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, un aliado clave de Trump durante cuatro años que lo defendió tras el "impeachment" en 2019, no se opone a este segundo juicio político de Trump.
The New York Times, citando una fuente anónima cercana a McConnell, dijo que el líder saliente de la mayoría del Senado estaba complacido de que los demócratas impulsaran un juicio político.
El Times y CNN dijeron que McConnell creía que el juicio político podría librar al partido de la influencia de Trump, a quien culpó por dos derrotas en la segunda vuelta de elecciones senatoriales hace una semana en Georgia, tras las que los republicanos perdieron la mayoría en la Cámara Alta.
McConnell, considerado un republicano partidista pero también un defensor del Senado, habló enérgicamente la semana pasada contra la presión de Trump al Congreso para que anulara la voluntad de los votantes al certificar la victoria de Biden.
Trump se mostró el martes combativo y negó tener responsabilidad por la violencia de sus partidarios en el Capitolio.
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