El nombramiento de Slaven Bilic como técnico del Beijing Guoan esta semana sería la excepción, no la regla. Los nombres reconocidos en el fútbol no llegarían ya con tanta frecuencia a China, donde los dirigenes de la Superliga anunciaron medidas para reducir el gasto de los clubes.
Bilic fue destituido en diciembre por el West Bromwich Albion de la Liga Preimer Inglesa. El estratega croata sigue ahora los pasos de otros entrenadores reconocidos, como Marcello Lippi y Luiz Felipe Scolari, quienes arribaron a la liga con más recursos económicos de Asia.
Tanto Lippi como el brasileño Felipão han sido campeones del mundo.
“Venir a China a dirigir es un gran reto, y esto es lo que espero”, comentó Bilic. “China siempre ha sido un lugar atractivo. Desde luego, la situación financiera es también importante, pero en mi opinión, lo más relevante es el tamaño del club. Beijing es un gran equipo y he obtenido también un gran contrato”.
Sin embargo, dichos convenios no lucen ya tan lucrativos como antes. En el periodo de transferencias invernales de 2017, la Superliga china fue la que más gastó en todo el mundo, con desembolsos por 450 millones de dólares en fichajes, mucho más que los 292 millones erogados por la Liga Premier inglesa, la segunda con más recursos.
Un nuevo tope salarial anunciado en diciembre busca dejar en el pasado montos semejantes. Los clubes de la Superliga china sólo podrán pagar a los jugadores nacionales una cifra máxima de 5 millones de yuanes (774.000 dólares) anuales, mientras que los extranjeros no podrán devengar más de 3 millones de euros (3,69 millones de dólares).
Los clubes que infrinjan las reglas podrían ser condenados al descenso.
Y no ha habido fichajes de figuras prominentes de cara a la temporada de 2021, cuyo comienzo está previsto para marzo por las autoridades. Astros como Graziano Pelle y Hulk, exseleccionados de Italia y Brasil respectivamente, se marcharon después de la temporada de 2020, debido a que sus convenios expiraron.
El astro brasileño Alex Teixeira se ha quedado sin contrato, luego de ayudar a que el Jiangsu Suning conquistara el título de 2020. Ante las pocas probabilidades de que otros clubes chinos puedan costear el salario de Teixeira, se espera que emigre a Arabia Saudí.
De acuerdo con reportes de la prensa local, el Shanghai SIPG busca deshacersse de su delantero austríaco Marko Arnautovic, colocándolo en algún club europeo. El exariete del West Ham ganaría 6 millones de euros al año (7,36 millones de dólres).
Oscar, su compañero en ese equipo, obtendría 23 millones de dólares cada año.
Los jefes del fútbol chino, quienes expandirán la liga de 16 a 18 equipos para 2023, quieren que los clubes obtengan más valor por su dinero. Han mencionado como ejemplo las ligas de dos países vecinos, Corea del Sur y Japón, que se perciben como más exitosas en lo deportivo.
“Los gastos de la Superliga china son aproximadamente 10 veces más altos que los de la Liga K de Corea del Sur, y tres veces los de la Liga J de Japón, pero nuestra selección nacional está muy atrás”, lamentó en diciembre Chen Xuyuan, presidente de la federación china de fútbol.
El ranking actual de la FIFA coloca a Japón como el mejor país de Asia en materia de clubes, en el 27mo sitio del mundo. Corea del Sur ocupa el 38vo sitio y China el 75to.