Las remesas familiares desde el extranjero, uno de los pilares de la economía de Guatemala, creció un 8% interanual en 2020 y alcanzó los 11.340 millones de dólares, una cifra histórica pese a la pandemia de covid-19, informaron las autoridades.
El Banco de Guatemala (Banguat, central) dijo el jueves que la mayor parte del dinero vino de migrantes guatemaltecos radicados en Estados Unidos. El monto superó a los 10.508 millones de 2019, destacó el reporte.
Diciembre pasado registró la mayor cantidad de remesas recibidas con 1.163 millones, casi un 24% más que el mismo mes de 2019.
El país centroamericano cerró con una alta cifra a pesar de la pandemia de covid-19, que complicó el empleo en Estados Unidos a causa de los confinamientos impuestos para frenar los contagios, provocando que en el segundo trimestre de 2020 el envío de remesas sufriera una desaceleración.
Las remesas inyectan a la economía guatemalteca montos similares a los percibidos por exportaciones, que en promedio alcanzan 11.000 millones de dólares anuales.
Paralelo al aumento de remesas, la cifra de deportados desde Estados Unidos a Guatemala cayó un 61,4% en 2020, una reducción atribuida a la suspensión de vuelos por contagios de covid-19 entre los expulsados, anunciaron el lunes las autoridades guatemaltecas.
El año pasado fueron devueltos al país 21.057 guatemaltecos, una cifra considerablemente inferior de las 54.599 personas que deportó durante 2019, hasta ahora el récord de deportaciones.
Cada año miles de centroamericanos, principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras, emprenden el peligroso viaje sin documentos atravesando México para llegar a Estados Unidos, huyendo de la pobreza y la violencia en la región.
La cancillería de Guatemala calcula que cerca de 2,7 millones de guatemaltecos se encuentran en Estados Unidos, pero solo 400.000 poseen documentos para trabajar.
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