Miles de mujeres participan activamente en las manifestaciones de los agricultores que protestan contra las reformas agrícolas del gobierno de Narendra Modi, una presencia novedosa en India, donde la agricultura es generalmente considerada como un asunto de hombres.
Mujeres de todas las edades, profesiones y condiciones -pastoras, trabajadoras agrícolas, urbanas, ancianas en silla de ruedas- desafían las frías temperaturas invernales junto a los agricultores para conseguir que el gobierno revoque la reforma del mercado agrícola.
Los agricultores exigen que el primer ministro Narendra Modi dé marcha atrás con las medidas que abren a los grupos privados un mercado hasta ahora controlado por el Estado, que garantizaba a los agricultores una renta mínima.
"Lucho por mis hijos y por mis nietos", explica Parminder Kaur, de 40 años, que grita consignas durante el día en las manifestaciones y en la noche participa en la preparación de chapatis y curry para alimentar a las decenas de miles de manifestantes.
Aunque pasan desapercibidas, las mujeres que trabajan la tierra en India son muy numerosas.
Un 85% de las mujeres de las zonas rurales realizan actividades agrícolas, pero sólo 13% de ellas son dueñas de la tierra que trabajan, según la oenegé Oxfam.
Además varios estudios demuestran que en el mundo rural las mujeres son las más afectadas por la pobreza, la discriminación y la violencia doméstica.
Parminder dice que está orgullosa de la forma en que las mujeres "marchan con los hombres" para defender el medio rural.
Su familia sólo tiene 8.000 m2 de tierra, donde cultiva trigo. "La tierra es todo para nosotros, es como nuestra madre. Quieren arrebatárnosla, ¿cómo vamos a dejar que eso suceda?", comenta.
- Tensión y violencia -
Aunque no son propietarias de la tierra, las mujeres temen la pérdida de ingresos como resultado de las reformas, señala Ranjana Kumari, que dirige el Centro de Estudios Sociales, una oenegé con sede en Delhi.
"Cuando los ingresos familiares disminuyen, la salud y el bienestar de las mujeres son los más afectados. Una disminución de los ingresos significa también más tensión y violencia por parte de los hombres", añade.
"Siento que ha llegado el momento de que nos pongamos en primera línea y dirijamos el desafío contra este gobierno arrogante", dijo por su parte Rana Bhatti, originaria de una familia de agricultores del estado de Haryana (norte).
Ranjana Kumari comenta que las mujeres están más al corriente de los asuntos políticos que nunca, tendencia que la formación Bharatiya Janata de Modi supo aprovechar en sus dos victorias electorales.
La causa de los agricultores también acoge a un contingente de mujeres urbanas, como la artista y cineasta Jassi Sangha, de 33 años, que participa en las manifestaciones desde el inicio.
Contribuye a la publicación de un periódico bimensual para los agricultores y organiza la educación de los niños en el campamento.
"Dejé mi trabajo y vine aquí. Tenemos que luchar o se acabó", resume Jassi Sangha.
El gobierno pidió a los manifestantes que las mujeres, los niños y los ancianos regresen a sus hogares, lejos de los asentamientos improvisados, ya que India está viviendo uno de los inviernos más fríos de las últimas tres décadas.
Pero Parminder Kaur, que tiene dos hijos, advirtió que se quedaría y "por mucho tiempo".
"Al menos podremos decir con orgullo a las generaciones futuras que hemos hecho oír nuestra voz", explica.
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