MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La delegación del Gobierno de Afganistán ha iniciado este martes su viaje a la capital de Qatar, Doha, para la que será la segunda ronda de conversaciones de paz con los talibán, en medio del repunte de la violencia y el cruce de acusaciones entre las partes por este recrudecimiento del conflicto.
El presidente del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional de Afganistán, Abdulá Abdulá, ha destacado que el organismo se reunió el lunes con el equipo negociador, al que ha trasladado "claras normas para la siguiente ronda de conversaciones", según ha informado la cadena de televisión afgana Tolo TV.
Así, ha incidido en que el equipo gubernamental cuenta con el apoyo del país y ha recalcado que las autoridades "están comprometidas a lograr una paz duradera". "Pedimos a los talibán que hagan su parte. Esperamos una segunda ronda (de contactos) exitosa", ha añadido.
El representante especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad inició el lunes un nuevo viaje a la región en el que tiene previsto visitar Afganistán, Pakistán, Qatar y Turkmenistán. "Vuelvo a Doha y a la región con la expectativa de que las partes hagan progresos tangibles en la siguiente ronda de conversaciones de paz", dijo.
"Ambas partes deben demostrar que actúan en interés del pueblo afgano alcanzando compromisos reales y negociando un acuerdo político lo antes posible y una reducción significativa e inmediata de la violencia o un alto el fuego", manifestó Khalilzad a través de su cuenta en la red social Twitter.
En este sentido, destacó que "los actuales niveles de violencia, incluidos los asesinatos selectivos, son inaceptables", al tiempo que manifestó que "los que perpetúan la violencia buscan socavar el proceso de paz y el futuro del país". "No reflejan la voluntad del pueblo afgano, que anhela la paz", zanjó.
Las conversaciones se retomarán un día después de que los talibán acusaran nuevamente a Estados Unidos de violar el histórico acuerdo de paz firmado el 29 de febrero de 2020 con sus últimos bombardeos contra posiciones de los insurgentes en las provincias afganas de Helmand (sur) y Nangarhar (este).
El portavoz de los talibán, Zabihulá Muyahid, destacó a través de un comunicado que estos ataques fueron llevados a cabo "en zonas no militares", en lo que describió como "violaciones recurrentes" por parte de Washington. Asimismo, recordó que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, afirmó recientemente que "ningún militar estadounidense ha muerto en Afganistán desde hace casi un año", lo que los talibán consideran "un reconocimiento del compromiso del Emirato Islámico con el acuerdo de Doha".
"El Emirato Islámico advierte nuevamente de que si los bombardeos y las operaciones en Kandahar no se detienen inmediatamente o si los bombardeos y las operaciones continúan contra los muyahidín, en violación de los anexos del acuerdo, los muyahidín del Emirato Islámico se verán forzados a responder con seriedad", dijo. Toda la responsabilidad recaerá sobre los hombros estadounidenses", remachó.
Los talibán han acusado en varias ocasiones a Estados Unidos de violar el acuerdo con sus bombardeos, si bien Washington ha defendido en todo momento que está respetando el pacto y que únicamente actúa en defensa de las fuerzas de seguridad afganas, lo que está contemplado en el documento.
El país centroasiático se ha visto sumido en un repunte de la violencia durante los últimos meses a pesar del acuerdo entre los talibán y Estados Unidos y de las conversaciones de paz entre el grupo y el Gobierno afgano, cuyas delegaciones pactaron en diciembre la 'hoja de ruta' para el proceso.