Atlanta (EE.UU.), 4 ene (EFE).- La presencia del entrenador Tom Thibodeau en el banquillo de los Knicks de Nueva York ha comenzado a hacerse sentir tras conseguir este lunes la victoria a domicilio por 108-113 ante los Hawks de Atlanta.
Además el triunfo llegó con remontada, algo que era difícil de ver en el equipo de los Knicks las pasadas temporadas cuando tuvieron marcas perdedoras y alejados de los playoffs.
La madurez y consolidación del juego que aporta el ala-pívot Julius Randle, convertido en el líder del equipo, fue una de las claves de la victoria de los Knicks, la segunda consecutiva, que les permite ponerse con marca ganadora de 4-3.
Randle, que impuso su protagonismo dentro de la pintura, acabó el partido con 28 puntos y 17 rebotes, mientras que el base Austin Rivers encestó un triple decisivo para completar la remontada de los Knicks.
Otro jugador que comienza a ser decisivo con los Knicks es el alero segundo año RJ Barrett que aportó un doble-doble de 26 tantos y 11 tableros, demostrando que ha comenzado a tener confianza en todo el potencial que atesora como jugador que puede alcanzar el estrellato.
Otro joven talento de los Knicks, el base novato Immanuel Quickley, quien terminó con 17 puntos, puso a Nueva York al frente de manera definitiva con un par de triples que colocaron el marcador (101-103).
Pero su jugada más importante fue mientras el reloj de la posesión del balón estaba por finalizar e intentó un triple desesperado que nunca tuvo oportunidad de embocar, pero logró extraerle una falta al base de los Hawks, Trae Young.
Quickley conectó sus tres intentos desde la línea de personal con 2:34 antes que concluyese en partido y aumentó el margen a 101-106, sin que los Hawks pudiesen recuperarse de la acción.
En su segunda derrota consecutiva en casa tras iniciar la temporada con marca de 4-1, los Hawks desperdiciaron una ventaja de 13 puntos en la segunda mitad y se desvanecieron en los minutos finales.
El escolta De'Andre Hunter acercó a los Hawks al parcial de 106-107 con un triple a 1:40 minuto del final, pero Rivers respondió con un disparo de tres puntos para darles a los Knicks un poco de oxígeno.
Randle selló la victoria al completar un rebote ofensivo después de una bandeja que había fallado Rivers, una de las nuevas adquisiciones de los Knicks durante la temporada baja.
Young acabó con un doble-doble de 31 puntos y 14 asistencias como líder de los Hawks, mientras que Hunter aportó 23 tantos que al final no pudieron evitar la derrota del equipo de Atlanta.
Los Hawks llegaron al descanso del partido con cuatro tantos de ventaja (58-54) e iniciaron la segunda mitad con una ofensiva de 15-6 encabezada por Young, quien repartió cuatro asistencias y aportó tres puntos en ese lapso.
También le puso dos balones al pívot suizo Clint Capela para que se luciese con dos mates y un par de triples de Hunter y el alero Cam Reddish para darles a los Hawks ventaja parcial de 73-60.
Pero después de tener todo a su favor, los Hawks no pudieron sentenciar el partido y permitieron que los nuevos Knicks ganadores se fuesen de Atlanta con una gran victoria.