Los países de la Unión Europea (UE) dieron este lunes respaldo político al acuerdo sobre inversiones con China y de esa forma allanaron el camino para un entendimiento después de varios años de negociaciones.
De acuerdo con una fuente diplomática europea, durante una reunión de los representantes permanentes ninguno de los participantes había "levantado una señal de alto, y así se despejó el camino para un respaldo político".
Los diplomáticos señalaron "desarrollos positivos recientes" en las negociaciones, y China supuestamente respondió a las preocupaciones sobre el presunto uso de trabajo forzoso en sus granjas.
Este gesto se produjo en Bruselas después que el ministerio de Relaciones Exteriores de China dijera la semana pasada que "las negociaciones han entrado en la recta final".
De su lado, otro diplomático de la UE dijo que se podría anunciar formalmente un acuerdo esta semana.
"Tenemos que tener cuidado, pero mientras China esté de acuerdo, podría haber un anuncio oficial de Bruselas y Pekín al final de esta semana", dijo el diplomático a la AFP.
Este acuerdo sería un gran impulso para ambas partes y fortalecería los lazos económicos entre los gigantes antes de la llegada del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a la Casa Blanca.
El líder saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, trabó una guerra comercial con China, pero Biden ya ha expresado su preocupación por la posición de la UE.
La Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE, había anunciado antes de Navidad que el borrador del "acuerdo político" estaba "listo en un 95%" y solo necesitaba la luz verde de las capitales.
El compromiso de China con los derechos laborales seguía siendo un obstáculo, pero Europa buscó durante mucho tiempo un mayor acceso al enorme mercado chino para sus empresas.
El jefe de la cámara de comercio de la UE en Pekín, Joerg Wuttke, dijo a la AFP este mes que los negociadores "aparentemente habían hecho grandes avances en el acceso al mercado".
Como parte del acuerdo, la UE también ha presionado a China para que refuerce el respeto por la propiedad intelectual, ponga fin a las obligaciones de transferir tecnología, reduzca los subsidios para las empresas públicas y mejore sus compromisos climáticos.
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