BUENOS AIRES, 27 dic (Reuters) - Argentina se comprometió el domingo ante los gobiernos de Uruguay y Bolivia ayudarles a conseguir contactos para adquirir vacunas contra el coronavirus, a dos días de que el país austral inicie su campaña contra el COVID-19, la enfermedad que ha causado estragos en la población.
El mandatario Alberto Fernández dijo que conversó "con el canciller uruguayo, mi amigo (Francisco) 'Pancho' Bustillo, y hablé con el presidente de Bolivia, Luis Arce. Les dije que, en lo que yo pudiera ayudar, contaban conmigo. Me puse a disposición para ayudarlos y generar los contactos necesarios para ayudarlos a tener la vacuna".
En declaraciones a Radio 10 de Buenos Aires, insistió que haría lo propio con cualquier otro país que lo necesite, siendo conocedor del "problema que existe" para conseguir vacunas a nivel mundial, ante una escasa oferta dada la concentración de compras de dosis por parte de los países más desarrollados.
Fernández no nombró ningún laboratorio con el que podría contactarse para satisfacer la ayuda.
Argentina iniciará el martes a las 09.00 hora local (1200 GMT) una masiva vacunación a personal de la salud, mediante dosis de la rusa Sputnik V, las que en unas 300.000 unidades llegaron al aeropuerto internacional de Ezeiza el jueves último.
Se trató del primer cargamento de estas vacunas, que se ampliará en enero a 5 millones y a otros 14,7 millones en febrero, según el contrato entre los Estados.
En las últimas dos semanas se registra un aumento preocupante de contagios por COVID-19 en diferentes regiones del país, principalmente en la capital y el Gran Buenos Aires (AMBA). Argentina acumula 1.578.267 casos de coronavirus y 42.501 muertes, de acuerdo al último reporte oficial.
Argentina autorizó "con carácter de emergencia" la vacuna rusa el miércoles pasado, horas después de haber aprobado el uso de la del laboratorio Pfizer, con quien el Gobierno aún negocia las condiciones para su eventual adquisición.
Funcionarios reconocieron públicamente que también se conversa con otros laboratorios para tratar de sumar la mayor cantidad de dosis posible, y llegar al otoño austral -en lo posible- con la mayor población bajo cubierta sanitaria.
La tercera economía latinoamericana camina por su tercer año consecutivo de recesión, más perjudicada este año por el coronavirus, que hizo disparar las tasas de desempleo y de pobreza.
Para tratar de evitar una segunda ola de masivos contagios, el país sudamericano dispuso a partir de la festividad de Nochebuena nuevos requisitos para el ingreso y egreso de argentinos, residentes y extranjeros previamente autorizados a través de los aeropuertos internacionales de Ezeiza o de San Fernando, y del puerto de Buenos Aires.
(Reporte de Jorge Otaola)