RABAT, Marruecos (AP) — Un prominente periodista y activista marroquí compareció ante un juez el jueves en Casablanca, acusado de espionaje en un caso que ha despertado inquietudes sobre la libertad de prensa en el país norafricano.
Omar Radi, de 34 años, está acusado de “dañar la seguridad nacional, recibir fondos de entes extranjeros y de conspirar con agencias de inteligencia extranjeras”.
Radi ha estado encarcelado en Casablanca desde julio, cuando fue acusado de espionaje y violación. Grupos de derechos humanos insisten en que se trata de una maniobra política.
La audiencia del jueves duró unos 15 minutos, afirmó el padre de Radi, Driss Radi, quien calificó las acusaciones de “huecas”.
“Él está de buen ánimo, especialmente ahora que pudo ver a su madre en persona por primera vez en cinco meses”, observó el padre.
En marzo, el tribunal dictó a Radi una sentencia suspendida de cuatro meses y una multa de 500 diráns marroquíes (52 dólares) por criticar vía Twitter a un juez que impuso largas penas a manifestantes.
Los cargos de espionaje son más graves y podrían conllevar a una sentencia más larga. Aparte de eso, pesan contra Radi acusaciones de violación, que según sus partidarios son puro invento.
En junio, Radi fue mencionado en un reporte de Amnistía Internacional según el cual las autoridades marroquíes espiaron ilegalmente al periodista y grabaron sus conversaciones telefónicas. El gobierno marroquí lo niega.
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