Gobierno uruguayo anuncia restricciones por avance de COVID

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MONTEVIDEO (AP) — El gobierno uruguayo anunció el miércoles una serie de restricciones por el avance del coronavirus.

Del 21 de diciembre al 10 de enero se limitará el derecho de reunión y se prohibirán las aglomeraciones. También se suspenderá el ingreso al país de personas —sean uruguayos o extranjeros—, se buscará adelantar las licencias anuales y habrá teletrabajo para los funcionarios públicos. Además, el transporte de larga distancia será reglamentado con aforo y se suspenderán los espectáculos públicos. En las fiestas de fin de año no podrá haber más de 10 personas.

Los anuncios los hizo el presidente Luis Lacalle Pou, que sepultó la máxima propuesta para enfrentar el virus: la “libertad responsable”. El mandatario dijo que ahora es el tiempo de la “convivencia solidaria con algunas restricciones”.

Desde finales de octubre la tasa de infección creció de forma exponencial en Uruguay. Hasta entonces los brotes eran de casos aislados y estaban bien focalizados, pero desde noviembre y especialmente en la última quincena empezó a detectarse la circulación comunitaria del virus en la zona metropolitana de Uruguay, donde viven casi dos de los tres millones y medio de habitantes del país.

A nueve meses de la declaración de emergencia sanitaria, Uruguay apenas fue alcanzado por su “primera ola de contagios”, informaron el mismo miércoles los asesores científicos de la presidencia en conferencia de prensa.

Lacalle destacó la buena conducta de los uruguayos, la economía abierta, la educación semipresencial y la “vida social, cultural y deportiva” que se viene desarrollando en el país. “Aun así los números son sensiblemente menores a países que no tuvieron clases ni vida social y apenas disfrutaron de algunos eventos”, señaló.

“La segunda ola del mundo es nuestra primer ola”, reafirmó el presidente, pero “ahora entramos en otra fase”, destacó.

En las últimas semanas las autoridades no han podido determinar el origen del 30% de los casos en el área metropolitana. Además, el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) de la Presidencia uruguaya advirtió que existe subregistro, es decir, que no todos los casos positivos están siendo diagnosticados.

“En Uruguay se salvaron muchas vidas y se evitaron muchos contagios. Si fuéramos a la escala regional deberíamos tener más de 3.000 muertos y 120.000 contagios acumulados. Lo que hemos ganado, lo hemos ganado, pero ahora nos queda una etapa de muchos meses donde no podemos perder lo logrado”, señaló el doctor Rafael Radi del GACH.

En todo el país se estima que unas 40.000 personas están en cuarentena. En círculos sociales ya es habitual escuchar de personas en cuarentena preventiva aguardando el resultado de los hisopados PCR, un proceso que puede demorar hasta una semana en varios prestadores de salud del sector privado.

Hay “demoras en el proceso, en detectar contactos, rastrearlos, lograr el hisopado, testeo y tratamiento. El sistema de testeo y rastreo está exigido”, advirtió el matemático Fernando Paganini del GACH.

Según el Ministerio de Salud Pública, entre mediados de noviembre y el 15 de diciembre la mitad de casos se ha registrado en el ambiente intrafamiliar y en entornos laborales. También reafirmaron que hay buena disponibilidad de camas en CTI y que la enfermedad no está fuera de control.

El Senado levantará el jueves por la mañana su receso y los diputados harán los mismo por la tarde para refrendar las medidas propuestas por el Ejecutivo.

En Uruguay hay 3.649 personas cursando la infección. El miércoles se detectaron 476 casos, el segundo mayor registro en un día, y 323 de éstos se dieron en Montevideo.

Desde que se detectó el primer caso han fallecido 102 personas. La mayor distribución de muertes ocurrió a partir de los 50 años en personas mayores con comorbilidades. La tasa de letalidad es de 0,9%, el 4% de los casos ha requerido cuidados moderados y el 2% CTI.

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