Lecciones financieras --y humanas-- dejadas por la pandemia

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Soy el tipo de persona a la que le gusta “estar preparada” para cualquier eventualidad. Necesito tener algún dinero en el banco y una buena cantidad de provisiones para emergencias.

Pero no estaba preparada para los estantes vacíos en los supermercados, las colas de personas en comedores populares ni las enfermeras enfundadas en bolsas para la basura porque no hay suficiente equipo protector en tiempos de pandemia.

El coronavirus me hizo ver que estar preparada individualmente no basta. También nuestras comunidades deben estar preparadas.

Las enseñanzas pueden parecer obvias, muchas lo son. Pero la revelación me produjo curiosidad acerca de qué es lo que aprendieron los demás. Cuatro amigos del ámbito de las finanzas personales aceptaron compartir lo que la pandemia les enseñó acerca del dinero y de la vida.

NO TE DEJES ESTAR

Esto es lo que aprendió el periodista independiente Bob Sullivan: Durante una pandemia, vas a odiarte a tí mismo por procrastinar.

“Digamos que necesitas una emplomadura y lo postergas una y otra vez. En abril del 2020, no ibas a conseguir un dentista”, dijo Sullivan, quien escribe el boletín informativo Red Tape Chronicles.

Tal vez siempre pensó almacenar provisiones por si se producía un desastre, pero llega la pandemia y le hubiera gustado poder contar con un poco más de papel higiénico.

Dejarse estar puede tener muchas consecuencias: La reparación menor que le debía hacer al auto puede convertirse en algo grande. O puede dejar pasar la oportunidad de refinanciar su hipoteca a bajos intereses si no actúa a tiempo.

A veces, procrastinar puede tener consecuencias desastrosas. Morirse sin un seguro de vida teniendo personas que dependían de usted. No tener un testamento o directivas acerca del tipo de atención que quiere en caso de una enfermedad avanzada.

“Uno piensa que tiene tiempo para hacer las cosas, pero tal vez no lo tiene”, dijo Sullivan.

TELETRABAJO

Muchas empresas se resistían a dejar que sus empleados trabajasen desde sus casas... hasta que no les quedó otro remedio. Ahora, algunas firmas contemplan la posibilidad de permitir que sus empleados sigan trabajando a distancia incluso después de superada la pandemia.

Los contactos virtuales parecen ser la nueva norma y todo lo hacemos desde casa. Hacemos compras a través de la internet, nos comunicamos con familiares y amigos mediante videollamadas, arreglamos entregas de medicinas y consultas médicas usando portales y empleamos aplicaciones para pagar en lugar de efectivo o tarjetas. Las videoconferencias y el turismo virtual, por otro lado, le dan acceso a individuos que nunca se hubieran presentado en persona.

Negocios y empresas tienen que adaptarse a esta nueva realidad y llegar a la gente a través de la internet, según Lynnette Khalfani-Cox, CEO y fundadora de MoneyCoachUniversity.com. Khalfani-Cox hace poco le recomendó al dueño de un gimnasio que tuvo que cerrar que ofrezca sesiones personales virtuales y un servicio online por suscripciones.

“La mayoría de las empresas serán híbridas en el futuro”, dijo Khalfani-Cox. “No sé de nadie que vaya a sobrevivir si no tiene una estrategia híbrida, que incorpora el mundo digital en alguna medida”.

EL GRAN REAJUSTE

El escritor y bloguero J.D. Rogh, de Get Rich Slowly, empezó a poner orden en su casa en agosto. Se sumergió en la vida digital, poniendo fin a servicios de streaming y eliminando aplicaciones de su teléfono. Acto seguido se abocó a poner orden en sus finanzas tras ver que no iba a poder hacer muchas de las cosas que estaba acostumbrado a hacer.

Un ejemplo: El abono para los partidos de un equipo de fútbol de su ciudad. Lo tenía desde hacía una década, pero ya no podía ir al estadio. Al arrancar la temporada, no obstante, se dio cuenta de que la pasaba bien viendo los partidos por televisión. Hasta los disfrutaba más.

Finalmente, replanteó el uso que hace de su tiempo. Se dio cuenta de que pasaba demasiadas horas en las redes sociales y que le costaba más concentrarse en algo. Decidió limitar el tiempo que pasa frente a la pantalla y tratar de hacer más cosas que requieren concentración, como leer libros. También dedica más tiempo a las actividades que realmente le importan, como actualizar su portal personal, crear videos para Youtube y trabajar en su jardín.

“Es muy fácil dejarse estar y hacer que nuestras vidas sean complicadas”, expresó Roth. “Enfocarme en las cosas esenciales me ayudó mucho”.

REEVALUAR LOS RIESGOS

Erin Lowry, autora de “Broke Millennial Talks Money”, tiene una sustancial reserva para emergencias. Pero quiere más.

La pandemia demostró que no hay sector ni carrera a prueba de una recesión fuerte, según Lowry.

La idea de tener muchos ahorros para emergencias puede sonar demasiado ambiciosa en vista de que ahorrar es duro, y más todavía en los hogares más golpeados por la pandemia. Pero hay gente que ha podido hacerlo, incluida Lowry.

“Antes me sentía cómoda con una reserva que me permitiera sobrevivir de cuatro a seis meses, pero ahora creo que hay que tener para un año”, indicó.

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Esta columna fue suministrada a la Associated Press por el portal de finanzas personales NerdWallet. Liz Weston es una planificadora financiera certificada, autora de “Your Credit Score”. Email: lweston@nerdwallet.com. Twitter: @lizweston.

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