BUCAREST, Rumania (AP) — El primer ministro de Rumania renunció el lunes luego de que se celebraron unas elecciones generales en las que los votantes otorgaron una victoria nominal al partido de oposición populista.
Con un 95% de los votos computados en las elecciones del domingo, el primer ministro Ludovic Ordan y su Partido Nacional Liberal han sido derrotados por el izquierdista Partido Socialdemócrata. Pero es poco probable que los socialdemócratas se impongan en lo que promete ser una prolongada lucha post-electoral para formar una nueva coalición gobernante.
Orban, quien también es líder del partido, anunció su renuncia al gobierno debido a que su partido tenía que enfocarse en las negociaciones para establecer una nueva mayoría en el Parlamento.
“Mi objetivo es formar una mayoría que no incluirá al PSD”, dijo utilizando el acrónimo del Partido Socialdemócrata.
“Quiero que mi renuncia muestre claramente que no me aferro a ningún puesto”, dijo Orban. “Pongo los intereses de Rumania sobre los intereses del PNL y sobre mis intereses personales”.
Los miembros del gabinete de Orban seguirán en sus puestos en carácter provisional, pero bajo la ley de Rumania deben ser reemplazados por un nuevo gobierno dentro de 45 días.
Hasta entonces, el ministro de Defensa Nicolae Ciuca fungirá como primer ministro interino, luego de ser designado al cargo por el presidente Klaus Iohannis.
Con la mayoría de los votos contabilizados, el PSD tenía alrededor del 30% de la preferencia, y el PNL de Orban se encontraba un 5% detrás. La alianza progresista USR-Plus, que ha prometido no participar en ningún gobierno que esté dirigido por los socialdemócratas, obtuvo 15% de los votos.
Únicamente otros dos partidos superaron el umbral del 5% para ingresar al Parlamento: la alianza de extrema derecha AUR, cuya oposición a las medidas implementadas por el coronavirus resonó entre el electorado y obtuvo cerca del 9% de los votos, y el partido UDMR que representa a la minoría húngara del país, con 6% de la preferencia.
La alianza AUR se estableció hace apenas un año bajo un liderazgo que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo y que mostró un fuerte apoyo a los clérigos de la Iglesia ortodoxa que desafiaron las restricciones de coronavirus en Rumania en torno a llevar a cabo ceremonias religiosas. Pero tuvo resultados sorprendentemente positivos entre los expatriados rumanos. Tan pronto como se anunció el conteo de votos el lunes, uno de sus líderes, George Simion, arremetió contra el partido de la minoría húngara expresando apoyo a una iniciativa del Parlamento “para modificar la Constitución para incluir una prohibición a los partidos étnicos”.
Cerca de 4 millones de rumanos que viven en el extranjero, la mayoría en Europa occidental, han votado tradicionalmente por partidos orientados a reformas que buscan aliar al país con la principal corriente de la Unión Europea, pero aparentemente la pandemia de coronavirus ha cambiado esa tendencia.