Los televisores inteligentes se han vuelto indispensables en las salas de estar. Con su conexión a Internet y a través de diversas aplicaciones, ofrecen la posibilidad de utilizar servicios de streaming, mediatecas o plataformas de vídeo. "Muchos televisores tienen Google Assistant, Alexa o Siri integrados o son compatibles con ellos", explica Ulrike Kuhlmann, de la revista especializada alemana "c't". La experta señala que, con estos asistentes, los televisores y otros aparatos domésticos inteligentes pueden ser controlados por voz. Si el televisor cuenta con la función HbbTV, o Hybrid Broadcast Broadband TV, es muy posible que esté recopilando datos. Esta plataforma ofrece contenido adicional para Smart TV a través de Internet y permite acceder a información sobre programas, vídeos, etc. También se la conoce como "Botón rojo". Debido a su constante conexión a Internet, los televisores inteligentes están prácticamente predestinados a recopilar y transmitir datos de uso y, si es necesario, incluso a utilizarlos para publicidad personalizada. Según un estudio del Bundeskartellamt, organismo alemán responsable de la regulación de la competencia y de los derechos de los consumidores, los televisores inteligentes "pueden registrar y evaluar el comportamiento general de una persona al ver televisión, el uso de aplicaciones, el comportamiento al navegar y al hacer clic, datos biométricos como la voz o los movimientos del cursor, así como los contenidos que se reproducen en el televisor". "Entre otras cosas, los fabricantes pueden transmitir la ubicación y la dirección IP, que, por ejemplo, se reenvían a Netflix y a terceros proveedores", explica Andreas Floemer, de la revista digital alemana "t3n". Esto sucede independientemente de si se tiene una cuenta con el proveedor de streaming o no. Según el experto, también se pueden identificar el tipo de dispositivo y la ubicación, así como el número de serie del televisor y el nombre de la red wifi, lo que teóricamente permite crear un perfil de usuario. Según Ulrike Kuhlmann, durante la instalación de algunos Smart TV son abordados más de 60 servidores, entre ellos Google, Amazon y Microsoft. "La función HbbTV permite rastrear cada clic que se hace con el mando a distancia". La experta recomienda desactivar el "botón rojo" si no se lo usa. Floemer señala que la intensidad con la que se recogen los datos depende del fabricante: "Por regla general, los televisores más baratos recopilan más datos que los del segmento de mayor precio". El problema: "Los usuarios no pueden ver qué datos se están recogiendo, ya que los fabricantes no lo revelan", objeta Kuhlmann. De acuerdo al estudio realizado por el organismo competente alemán, las disposiciones de protección de datos de los fabricantes investigados muestran "graves deficiencias de transparencia", ya que no son comprensibles para los consumidores, sobre todo porque se aplican a un gran número de servicios y procesos de utilización. La oficina reprueba asimismo el hecho de que es prácticamente imposible obtener información sobre la protección de datos del proveedor antes de hacer una compra, por ejemplo, a través del respectivo sitio web. En algunos casos es posible oponerse a la recopilación y utilización de datos, preferentemente en el momento de la configuración inicial del dispositivo. "Esto no tiene ningún efecto sobre las demás funciones, aunque así lo sugieran los fabricantes", enfatiza Ulrike Kuhlmann, y añade que, en el caso de que algún servicio no funcione, se puede permitir el acceso a los datos posteriormente a través de los ajustes. Kuhlmann explica que otra opción es crear una "lista negra" en el rúter para que el televisor solo pueda acceder a ciertos servidores, pero que esto es bastante complejo y más adecuado para los especialistas y los experimentados. "Hay listas ya preparadas, pero hay que actualizarlas permanentemente", informa. Simone Warnke, de la revista online "Inside-digital.de", aconseja desinstalar las aplicaciones que no se usan, incluyendo aplicaciones de control por voz o cámaras, ya que cada aplicación, sobre todo si no se actualiza regularmente, es un riesgo adicional para la seguridad y la privacidad. Según el organismo alemán, en el caso de varios fabricantes no está garantizado el cumplimiento del estándar de seguridad de los dispositivos mediante actualizaciones de software en los años posteriores a la compra, y ninguna empresa hace declaraciones vinculantes acerca de por cuánto tiempo seguirá ofreciendo actualizaciones de seguridad para sus productos. "Cuando no hay actualizaciones de seguridad, es mayor la probabilidad de que los delincuentes informáticos puedan acceder al televisor para ver y escuchar lo que sucede en el salón del usuario, ya sea a través de una cámara web o de micrófonos", asevera Andreas Floemer, de la revista digital "t3n", y añade que también se pueden robar datos de acceso a los servicios vinculados. Para protegerse de los piratas informáticos, Ulrike Kuhlmann, de la revista "c't", aconseja conectar el televisor solo a la red wifi para huéspedes, ya que, si bien esto no impide la recopilación de datos, evita al menos que el televisor se comunique con los demás aparatos conectados a la misma red. dpa