Los opositores a la posible venta de la planta de níquel de la brasileña Vale-CN en Nueva Caledonia a un consorcio local e internacional advierten de los riesgos medioambientales y reclaman un estudio internacional.
El gigante brasileño Vale-NC tiene que anunciar el viernes si vende o no su planta metalúrgica de níquel, junto al importante yacimiento de Goro (sur), a un consorcio local e internacional, en el que está Trafigura, uno de los mayores comerciantes independientes de petróleo y metales del mundo, con sede en Suiza.
Los independentistas, los líderes kanakos, el Senado consuetudinario así como sindicatos y asociaciones ecologistas se oponen firmemente a esta operación, señalando los riesgos medioambientales del complejo.
"Reiteramos nuestra prioridad absoluta de enviar una misión de expertos internacionales para evaluar de forma precisa, antes de la salida de Vale, la suma de las garantías medioambientales, muy subestimada", declararon en un comunicado los miembros del colectivo "Usine du sud: usine pays" y del ICAN (Instancia de negociaciones autóctonas), apoyados por los independentistas del partido FLNKS.
Los detractores del proyecto recuerdan que, en enero de 2019, la ruptura de la presa de la mina de hierro de Vale, en Brumadinho (Brasil), dejó 270 muertos y desaparecidos y provocó un desastre ecológico. Temen que pueda darse una situación parecida en esta zona del sur caledonio con una biodiversidad excepcional.
"Cuando la presa de la mina esté llena, a finales de 2023, contendrá 45 millones de metro cúbicos de residuos minerales húmedos, dos veces más que en Brumadinho", declaró a la AFP Maryline Sakilia, diputada del FLNKS.
El FLNKS también se cuestiona sobre la "razones de la salida precipitada de Vale" de la mina.
La impermeabilidad de la membrana geotécnica de la presa también plantea dudas.
"Las aguas subterráneas cercanas a la zona de almacenamiento presentan niveles muy elevados de minerales como el níquel, el cromo o el manganeso", concluyó en su balance anual de 2018 el Observatorio para el Medioambiente de Nueva Caledonia (Oeil).
Antonin Beurrier, presidente de Vale-NC rechaza categóricamente las sospechas de seguridad del sitio industrial y señala, además, que Vale deja 500 millones de dólares al comprador de la planta para construir espacios secos de almacenamiento para los residuos, que sustituirá a la presa actual.
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