LA HABANA (AP) — Una protesta de más de 200 jóvenes artistas cubanos que se plantaron todo el día frente al Ministerio de Cultura consiguió que se les escuchase su reclamo por mayor tolerancia al arte independiente, en un hecho inusual en la isla y que según algunos expertos mostró a una generación más atrevida y conectada con el planeta.
La inédita concentración se produjo luego de que las autoridades desalojaran el jueves a una docena de jóvenes creadores de un proyecto llamado San Isidro y que se habían atrincherado en una casa --la sede de la agrupación-- en La Habana Vieja, a mediados de noviembre demandando la excarcelación de uno de sus miembros, el rapero Denis Solís, condenado por insultar a un policía.
Inicialmente llegaron a las puertas del edificio de Cultura una veintena de artistas el viernes temprano, pero en la madrugada del sábado —producto de convocatorias a través de las redes sociales— habían más de 200 jóvenes creadores manifestándose, algo que es inusual en un país donde históricamente las manifestaciones ocurren con el aval gubernamental y los artistas suelen plegarse a gremios afines a las autoridades revolucionarias que canalizan sus inquietudes.
“Estamos hablando de una generación mucho más conectada con el mundo, más distante del mito fundacional de la Revolución Cubana, que ve con ojos más críticos su entorno... que ha viajado”, dijo a The Associated Press, Michael Bustamante, profesor asistente de historia latinoamericana en la Universidad Internacional de la Florida.
Sin embargo, Bustamante consideró que hay que guardar la perspectiva, al señalar que al menos por ahora se trata de la movilización de un sector, el cultural, minoritario y con ciertos privilegios y con más autonomía que otros.
Con cantos, gritos, silbidos y aplausos hasta la madrugada del sábado, los creadores consiguieron una entrevista con el viceministro Fernando Rojas y directivos de las asociaciones de creadores vinculadas al gobernante Partido Comunista.
Un grupo de 30 artistas en representación les planteó a los funcionarios seis puntos acordados entre los presentes para impulsar una serie de diálogos sobre las necesidades de los creadores independientes a los cuales las autoridades les cierran espacio o son estigmatizados por ser críticos.
“Se va a organizar una agenda de temas múltiples con propuestas por ambas partes”, dijo la escritora Katherine Bisquet, luego de la reunión en el Ministerio de Cultura el sábado en la madrugada. Además, “podremos reunirnos sin ser hostigados en los espacios independientes, hay tregua con los espacios independientes”.
Junto con la juventud, los analistas destacaron el amplio espectro de visiones entre los asistentes.
“Lo que más me impactó fue la diversidad de personas del campo cultural, político y social en Cuba que se han ido uniendo...a una serie de reclamos”, destacó Bustamante, aunque estimó que estas demandas “son muy generales” y “no todo el mundo estaría de acuerdo sobre cómo proceder” o "cuál será el camino a futuro”.
“Es de alguna manera inédito en la historia reciente” de Cuba, agregó Bustamante, al señalar, también que esta movilización se produce en el marco de una situación compleja para Cuba, en medio de una crisis económica y la proximidad de reformas anunciadas por las autoridades, así como ante la inminencia de un nuevo gobierno en Estados Unidos.
Precisamente, el gobierno acusó al Movimiento de San Isidro de montar un “show” de acuerdo a los grupos de intereses de Estados Unidos, cuya administración durante el mandato del saliente Donald Trump endureció radicalmente las sanciones la isla, presionando un cambio de modelo político en la isla.
Las autoridades argumentaron que sacaron a los artistas de San Isidro debido a que violaban las normas sanitarias por el coronavirus e informaron que uno de los manifestantes residente en México, Carlos Manuel Álvarez, entró esta semana al país tras pasar por Estados Unidos y sin respetar las medidas como la cuarentena obligatoria en su hogar.
En la protesta frente al Ministerio del viernes y la madrugada del sábado pudo verse a miembros del movimiento San Isidro —radicalmente críticos— como Amaury Pacheco, a creadores laureados como el dramaturgo Yunior García, activistas feministas como Dianelys Alfonso conocida como La Diosa de Cuba o la artista plástica Tania Bruguera.
También algunas figuras destacadas de la intelectualidad cubana como el actor Jorge Perugurría (Fresa y Chocolate) y el director Fernando Pérez (La Vida es Silbar).
“Es la hora de dialogar y yo creo que es importante que ustedes los jóvenes sean escuchados y vamos a trabajar para eso”, dijo Perugurría al llegar al Ministerio de Cultura y antes de entrar a parlamentar con las autoridades.
La protesta tuvo momentos de tensiones cuando la zona fue rodeada por la Policía o la luz de todo el sector fue cortada.
Además, a lo largo de la semana que duró el encierro del grupo de San Isidro, varios artistas con carreras más largas o incluso de corte popular ya habían comenzado a llamar al gobierno a un diálogo y mayor tolerancia, entre ellos músicos como Haydée Milanés, Carlos Varela, Leoni Torres, la artista plástica Sandra Ramos o el director Carlos Lechuga.
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Andrea Rodríguez está en Twitter como www.twitter.com/ARodriguezAP