Ginebra, 26 nov (EFE).- El impacto negativo que la pandemia de COVID ha tenido en la respuesta global contra el VIH/sida podría causar entre 69.000 y 148.000 muertes adicionales en el mundo entre 2020 y 2022, advierte un informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida).
El informe, publicado en vísperas del Día Internacional Contra el Sida (1 de diciembre), concluye que los problemas endémicos en la respuesta a esta enfermedad, que causó 690.000 muertes en 2019, contribuyeron a que otro virus, la COVID, se propagara más rápidamente este año.
"La insuficiencia en la inversión y las acciones contra la VIH y otras pandemias dejaron al mundo expuesto a la COVID", subraya el documento, en el que se asegura que "si los sistemas sanitarios y redes de seguridad social hubieran sido más fuertes el planeta habría estado mejor posicionado para frenar el coronavirus".
El informe prevé además entre 123.000 y 293.000 infecciones adicionales de VIH entre 2020 y 2022 (el pasado año hubo 1,7 millones) y reconoce que en un año tan difícil no se cumplirán los objetivos en la lucha contra el sida, encaminados a lograr que la enfermedad deje de ser una amenaza para la salud pública en 2030.
"Los progresos de los últimos años están amenazados en muchos países, con los servicios de atención al VIH interrumpidos, y las cadenas de abastecimiento cortadas para muchos productos básicos", señaló en la presentación del informe la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
La política ugandesa subrayó que "el mundo ha cambiado en los últimos meses, y en él la COVID ha empeorado las desigualdades que otra pandemia, la de VIH/sida, también había generado".
El principal mensaje del informe es el de urgir a los gobiernos a aprender la lección que la falta de inversión en salud ha tenido en la pandemia de COVID, y aplicarla también en la respuesta contra el VIH/sida.
"Vemos ahora el fuerte vínculo que existe entre nuestra salud y la de la economía mundial", señaló Byanyima.
La máxima responsable de ONUSIDA explicó que especialmente en los primeros meses de 2020 hubo una preocupante caída de aproximadamente el 50 % en el número de pacientes diagnosticados con VIH, que no respondía a una menor incidencia del virus sino a la interrupción de muchos servicios de atención médica debido a la COVID.
Posteriormente "muchos países pudieron recuperarse y se cerraron algunas de las brechas abiertas en esos primeros meses, pero todavía vemos interrupciones de algunos servicios y un freno sobre los progresos de años anteriores", analizó.
Byanyima recordó que todavía unos 12 millones de personas afectadas de VIH/sida no reciben tratamiento (de un total en el mundo de 40 millones), y que la discriminación y estigmatización de este tipo de pacientes todavía es muy alto.
ONUSIDA establece en su informe nuevos objetivos en la lucha contra esta epidemia, entre las que destacan conseguir antes de 2025 una cobertura sanitaria del 95 % en comunidades de alto riesgo de contagio de VIH, y reducir al 10 % el número de países donde aún haya leyes discriminatorias a los portadores del virus.