La familia del único condenado por el atentado de Lockerbie en 1998, el libio Abdelbaset Mohamet Ali al Megrahi, espera que se demuestre su inocencia a título póstumo durante un proceso en apelación que la justicia escocesa comenzó a examinar este martes.
"Ningún jurado razonable, correctamente orientado, podría haber llegado al veredicto que se emitió, a saber, la condena de Megrahi", afirmó una de las abogadas de la familia, Claire Mitchell, en el inicio de la vista dirigiéndose a los cinco jueces de la Alta Corte de Edimburgo.
Los magistrados revisarán el caso por videoconferencia hasta el viernes pero la decisión no se conocerá hasta una fecha posterior.
Condenado a cadena perpetua en 2001, Megrahi, un exoficial de inteligencia libio, mantuvo su inocencia hasta su muerte en 2012 a los 60 años. "Los Megrahis consideran a su padre como la 271ª víctima de Lockerbie", afirmó otro de sus abogados, Aamer Anwar.
"Finalmente hay esperanza de que estemos llegando al final de un viaje muy largo de casi 32 años en su lucha por la verdad y la justicia", agregó.
El 21 de diciembre de 1988 el vuelo 103 de la aerolínea estadounidense Pan Am hizo explosión sobre la ciudad escocesa de Lockerbie cuando viajaba de Londres a Nueva York. Murieron 270 personas de 21 países -243 pasajeros, 16 tripulantes y 11 personas en tierra- en el que sigue siendo el mayor ataque terrorista perpetrado en el Reino Unido.
Tres jueces escoceses, que formaron un tribunal especial instalado en Holanda, encarcelaron a Megrahi de por vida, recomendando que cumpliera al menos 27 años.
Su primera apelación fue desestimada en 2002, pero Megrahi fue liberado en 2009 tras ser diagnosticado con un cáncer terminal. Regresó a Libia, donde murió tres años después.
- Sospechas sobre Irán -
La apelación de su familia fue remitida en marzo a la Alta Corte de Edimburgo por la comisión de revisión de casos penales de Escocia, que dictaminó que pudo haber un error judicial con un "veredicto irrazonable".
El régimen del fallecido líder libio Muamar Gadafi reconoció oficialmente en 2003 su responsabilidad en ese atentado y pagó 2.700 millones de dólares en compensaciones a las familias de las víctimas, en el marco de una serie de medidas de acercamiento a Occidente.
Sin embargo, durante mucho tiempo se sospechó que Irán había contratado a activistas palestinos para llevar a cabo ese ataque como venganza tras el derribo el 3 de julio de 1988 de un avión comercial iraní por un navío de guerra estadounidense, el "USS Vincennes".
La tripulación de ese buque, que disparó dos misiles, dijo posteriormente haber confundido el Airbus con un caza iraní. En el ataque murieron 290 personas.
Teherán siempre ha negado estas acusaciones, pero la familia Megrahi recibió el apoyo de familiares de algunos de los pasajeros fallecidos en el vuelo de Pan Am por considerar que condenando al libio no se había hecho justicia.
- Documentos aún secretos -
El viernes, la Alta Corte ratificó una orden firmada en agosto por el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, para mantener secretos ciertos documentos de inteligencia relacionados con este caso alegando motivos de seguridad nacional.
Se cree que dichos documentos afirman que un agente de inteligencia jordano del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG) construyó la bomba.
El FPLP-CG ha sido designado como grupo terrorista por varios países, incluidos el Reino Unido y Estados Unidos.
Los abogados de la familia Megrahi aseguran que estos documentos son fundamentales para su apelación. También afirmaron que divulgarán "material significativo sobre el papel de individuos, naciones y sus políticos" al final del juicio.
"No puede haber límite de tiempo para que la justicia o la verdad emerjan", lanzó Anwar.
En 2008, el entonces ministro británico de Exteriores, David Miliband, también se negó a entregar los documentos antes de una segunda apelación de Megrahi, iniciada en 2007 pero abandonada cuando fue diagnosticado con cáncer.
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