ISLAMABAD, 14 (DPA/EP)
La Policía paquistaní ha informado este sábado que el principal sospechoso de organizar la violación en grupo de una madre y su hija de cuatro años en la ciudad paquistaní de Kashmore ha muerto a tiros cuando acompañaba a los agentes a detener a otro de los acusados.
El sospechoso fue detenido el jueves y murió en "un intercambio de disparos" cuando iban a arrestar a su compañero, que finalmente fue detenido por los agentes, según ha informado el agente local Mohammad Baksh a la agencia DPA.
"Hemos comenzado a investigar si hay una banda criminal detrás de todo este caso, y si quedaría más gente por detener", ha hecho saber el agente.
Según el relato policial de los hechos los sospechosos de la violación atrajeron a la mujer y a su hija a la ciudad de Kashmore, en la provincia de Sindh, bajo la falsa promesa de un trabajo. A continuación fueron retenidas y violadas durante tres días, informa el diario nacional 'The Express Tribune'.
La mujer declaró posteriormente ante las autoridades que los hombres le dejaron abandonar el lugar, solo a ella, para que captara a otra futura víctima mientras retenían a su hija. En vez de ello, la mujer decidió acudir a la Policía.
La niña fue encontrada el pasado martes, en un "estado terrible, violada y con los dientes rotos", según el jefe de la Policía local, Ajbar Alí Channa. Tanto la madre como la hija están recibiendo atención médica en un hospital local con pronóstico favorable.
La noticia de las violaciones ha provocado numerosas protestas a través de la provincia de Sindh, quienes han exigido un castigo ejemplar y la transferencia del caso a un Tribunal Antiterrorista. "La Policía ha fracasado a la hora de arrestar a la banda entera", ha declarado el abogado Mustafá Akash, organizador de una de las manifestaciones, en la ciudad de Hyderabad.
Partidos políticos del país también han denunciado la gravedad de este caso. "Es uno de los casos más brutales que he visto", ha lamentado el representante local del partido ultraconservador e islamista Jamaat e Islami, Amir Wali Jan Mazari.
Se da la circunstancia de que esta violación ha ocurrido después de otra perpetrada contra una niña de dos años en el noroeste del país, un episodio más de un delito, la violación, enraizado en la cultura masculina del país. De hecho, y según la ONG Sahil, más de 1.500 niños han sido violados desde principios de año en Pakistán. "Un modo de pensar bestial", lamenta la ministra de Derechos Humanos Shirin Mazari, "que sigue arrasando con nuestra sociedad".