Managua, 8 nov (EFE).- Organizaciones gremiales y políticas de oposición en Nicaragua decidieron acopiar ayuda de forma clandestina para los damnificados del huracán Eta, luego de que el Gobierno del presidente Daniel Ortega obstaculizó la recaudación de víveres y medicinas para las víctimas, informó este domingo la disidente Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.
“Sí, lo estamos haciendo de forma clandestina, íbamos a llevar la donación, pero (los centros de acopio) fueron rodeados por la Policía, estamos recolectando donaciones de personas particulares, ropa para niños, zapatos, frazadas, alimentos, para hacerla llegar, hay bastante solidaridad”, dijo a Efe el director ejecutivo de la Alianza, Juan Sebastián Chamorro.
Aunque el Gobierno no ha emitido un informe oficial sobre los daños y las necesidades causadas por Eta, que impactó en categoría 4 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), con vientos de 240 kilómetros por hora, las poblaciones de la zona del desastre han recurrido a las redes sociales para pedir ayuda, especialmente alimentos, agua, ropa y materiales para reconstruir sus viviendas.
La Unidad Médica Nicaragüense (UMN) había empezado a colectar insumos médicos desde el lunes pasado, un día antes del impacto de Eta en el noreste de Nicaragua, pero al conocerse de las labores humanitarias, el miércoles la Policía Nacional obstaculizó los portones de la sede del gremio.
A pesar de la obstrucción de las autoridades, la UMN continúa acopiando ayuda en la clandestinidad, a la espera del momento adecuado para hacerla llegar a los necesitados, afirmó la doctora Anely Pérez, secretaria de la organización.
"DIFÍCIL DE ENTENDER"
“Hemos tratado de seguir recogiendo insumos, lo hemos estado haciendo de manera individual, somos muchos médicos, cada uno por su lado, también insumos para la covid-19, vamos a enviarlos cuando se pueda, es una labor meramente humanitaria, esperamos que no se vea afectada o reprimida”, dijo a Efe Pérez.
El Gobierno nicaragüense no ha brindado explicación sobre la prohibición de llevar ayuda a la Región Autónoma Caribe Norte (RACN), zona de impacto del huracán, que se mantiene incomunicada por tierra a causa de los ríos desbordados.
“Sabemos que lo que estamos haciendo no es un delito, no es delito ejercer la profesión de manera humanitaria para personas que lo necesitan, es una realidad difícil de entender, la solidaridad debería ser reconocida, no perseguida”, comentó Pérez.
Por su parte, Chamorro afirmó que “esto expone más la mentalidad de esta dictadura, que lo ve todo en términos políticos, esta es una denuncia para que el mundo sepa que la dictadura de Ortega está prohibiendo donaciones, y al mismo tiempo está pidiendo ayuda internacional, eso nos parece inaceptable, es un sinsentido, debería ser una oportunidad para apoyar a todo el que lo necesita sin banderas”.
La obstrucción de ayuda a los damnificados y el acopio de ayuda en la clandestinidad se da en el marco de una crisis sociopolítica que comenzó en 2018, cuando manifestaciones antigubernamentales fueron reducidas con ataques armados que dejaron cientos de presos, muertos o desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio.
En las últimas semanas la persecución contra dirigentes opositores se incrementó y fueron aprobadas una serie de leyes que ordenan a prisión para quienes el Estado considere responsables de actos o expresiones que atentan contra el orden interno.