Carlos Cuarón retrata dolor de dentistas en “Amalgama”

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ARCHIVO – En esta fotografía de archivo del 25 de octubre de 2015, el cineasta mexicano Carlos Cuarón posa en la alfombra roja de la película "Desierto" en el Festival Internacional de Cine de Morelia en Morelia, México. Los dentistas también lloran de dolor, como lo presenta Cuarón en “Amalgama”, su más reciente filme tragicómico sobre cuatro odontólogos que confrontan sus demonios personales, y que se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia el 31 de octubre de 2020. (Foto AP/Berenice Bautista)
ARCHIVO – En esta fotografía de archivo del 25 de octubre de 2015, el cineasta mexicano Carlos Cuarón posa en la alfombra roja de la película "Desierto" en el Festival Internacional de Cine de Morelia en Morelia, México. Los dentistas también lloran de dolor, como lo presenta Cuarón en “Amalgama”, su más reciente filme tragicómico sobre cuatro odontólogos que confrontan sus demonios personales, y que se presentó en el Festival Internacional de Cine de Morelia el 31 de octubre de 2020. (Foto AP/Berenice Bautista)

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los dentistas también lloran de dolor, y no necesariamente de muelas. Así lo presenta Carlos Cuarón en “Amalgama”, su nueva tragicomedia sobre cuatro odontólogos que confrontan sus demonios al escaparse de un congreso a una isla paradisiaca en el Caribe.

Una de las ideas de las que parte la película es el dolor, y por eso el director eligió que los protagonistas se dedicaran a una profesión que lidia directa y diariamente con esta sensación. Pero el de sus personajes es un dolor interior.

Cuarón, quien escribió el guion con Luis Usabiaga (con quien ya había trabajado en su filme “Besos de azúcar”), quería retratar una especie de “persecución emocional”.

“A Luis le plantee un concepto suficientemente ambiguo y vago: cuatro personajes encerrados en una isla durante un fin de semana expían algo”, dijo Cuarón en una entrevista reciente por videollamada realizada en el marco del Festival Internacional de Cine de Morelia, donde se presentó su filme en competencia.

“Lo que nos dedicamos a hacer es encontrar la historia a partir de los personajes. Fue construir los personajes y ver qué historia era la que ellos querían contarnos de alguna manera”, explicó.

Para Cuarón y Usabiaga, el principal interés era al escribir algo diferente que no hayan visto antes.

“Mientras lo hacíamos también decidimos que teníamos que meter en la película nuestros propios dolores para que cobraran sentido”, dijo el director. “Nuestros dolores además en tiempo presente, de cuando la escribimos, y eso fue lo que hicimos. Todos estos dolores de los personajes en realidad son mis dolores y los de Luis”.

Una vez desarrollada la historia, el casting fue otro paso decisivo, pues la trama dependía principalmente de los diálogos y la complicidad de los actores, de que lograran mantener el tono entre el drama y la comedia.

Tres de los dentistas, interpretados por Manolo Cardona, Miguel Rodarte y Tony Dalton, están en la mediana edad y sus conflictos son propios de ella: tienen vitalidad, pero arrastran golpes de la vida de los que no han salido ilesos. La cuarta, una endodoncista interpretada por Stephanie Cayo, es un poco más joven, de unos 30 años.

Cuarón contó que inicialmente hizo pruebas a actores treintañeros para todos los papeles — actores “muy conocidos y muy buenos que hacen muchas películas de las que vemos, (pero) los veía yo y decía ‘qué bobalicones, son estúpidos’. Y los actores no lo estaban haciendo mal, era una cuestión de edad”.

“En cambio, cuando yo veía a la generación que acabé escogiendo todo cabía donde tiene que caer... porque ya viviste la vida lo suficiente como para empezar a tener grandes decepciones”.

A pesar de ser la única mujer, Elena, la endodoncista, logra dominar a sus colegas pese a que dos de ellos tratan de conquistarla. Por dentro vive su propio drama con una relación sentimental caótica. Cuarón quería que el personaje fuera “más cabrón que bonito”.

“Vemos cómo se manipula a los otros y eso sólo se hace a través de la inteligencia”, dijo el realizador, quien trató de inyectarle a Elena parte del carácter de Cayo al quedar sorprendido de “que una mujer tan guapa sea tan analítica y tan cerebral”.

Del lado de los hombres, a excepción del personaje de Cardona, la masculinidad es para Cuarón “jodida”, ya sea por arrastrar un Edipo, ser intolerantes o vivir en la contradicción. Por ejemplo Saúl, el odontólogo interpretado por Dalton, es un hombre que se persigna y lleva colgada una cruz mientras desea tener una aventura extramarital a la primera oportunidad.

Cuarón creció rodeado por una familia religiosa. “La abuela de ‘Roma’ era mocha (muy creyente)”, dijo en referencia a la película semiautobiográfica de su hermano Alfonso. Por lo que ha observado esos dogmatismos de cerca y los ha explorado, incluyendo en su cortometraje de 2002 “Me la debes”, recordó, donde abordó el tema de la doble moral.

“Y es lo mismo en este caso", dijo. "Hay un sector de la sociedad que es muy religiosa, muy mocha y con una doble moral perversa, ya sea que va con prostitutas o que en su negocio explota al trabajador y esto en México se da con mucha facilidad. El retrato de Tony es un retrato de eso”.

“Amalgama”, producida por 11:11 Films & TV, Besos Cósmicos y Lokal 3 Productions, aún no tiene fecha de estreno.

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Nota del editor: el lenguaje en las citas de los párrafos 12 y 14 puede resultar ofensivo para algunos lectores.

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