Lima, 1 nov (EFE).- Las autoridades de Perú esperan que la primera etapa de la Línea 2 del Metro de Lima, a cargo de un consorcio constructor liderado por las españolas ACS y FCC, comience a operar en una marcha blanca desde julio del próximo año, informó el ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Estremadoyro.
El ministro hizo el anuncio tras supervisar los primeros movimientos de trenes en el túnel subterráneo que, en esa primera etapa, conectará cinco estaciones en 15 minutos, desde la zona este de Lima a las cercanías al centro de la capital peruana.
"Esta reducción en el tiempo de viaje mejorará de forma significativa la calidad de vida de miles de ciudadanos, quienes debido a la gran congestión vehicular que por ahora se genera pueden pasar hasta dos horas trasladándose a su destino", destacó el ministro en un comunicado emitido este domingo por su despacho.
MARCHA BLANCA
Estremadoyro, quien estuvo acompañado por la jefa de la Autoridad del Transporte Urbano (ATU), María Jara, y el viceministro de transportes, Eduardo González, señaló que el objetivo del Gobierno, que culmina sus funciones el próximo 28 de julio, es dejar lista la "marcha blanca" del primer tramo.
El Ejecutivo peruano espera que en 2022 entren en operaciones otras tres estaciones y para ello evalúa hacer "algunas modificaciones en el contrato original", acotó.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que el proyecto ya cuenta con cuatro subestaciones eléctricas necesarias para alimentar los cables aéreos que transmitirán energía eléctrica a las locomotoras subterráneas.
Las estaciones de la primera etapa son Evitamiento, Óvalo Santa Anita, Colectora Industrial, Hermilio Valdizán y Mercado Santa Anita, que están en acabados de trabajo final con la instalación de puertas de acceso, el revestimiento de las paredes y colocación de pavimentos interiores.
OBRA CON RETRASO
De esa manera, el Gobierno que preside Martín Vizcarra espera dejar lista la primera etapa de una obra que tiene un retraso de, al menos, 4 años y es una de las más caras de la historia de Perú, al tener un coste total de 5.659 millones de dólares.
Las obras comenzaron a finales de 2014 con la meta de tener listos en cinco años los 27 kilómetros de túnel con sus respectivas 27 estaciones de la Línea 2, y un ramal de 8 kilómetros con 8 estaciones de la futura Línea 4 que llegará hasta el aeropuerto internacional de Lima.
Los 35 kilómetros nuevos estaban anunciados inicialmente para funcionar este 2020, pero ahora no se espera que sea antes de 2024, según reconoció Estremadoyro a Efe a fines de septiembre pasado.
Hasta ahora solo se han perforado unos 10 de los 35 kilómetros de túneles, a causa principalmente de complicaciones para expropiar y adecuar los terrenos para la obra, así como por las "interferencias" de obras preexistentes de agua, luz, gas o alcantarillado.
Actualmente, la obra está al 37,8 % con una inversión de 1.500 millones de dólares sin contar impuestos, de acuerdo con el Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran).
OTRAS LÍNEAS
Cuando entre en operaciones, la Línea 2 se sumará al primer viaducto elevado que entró en funciones entre 2011 y 2014 y recorre 35 kilómetros, entre los distritos de Villa El Salvador y San Juan de Lurigancho.
Las autoridades peruanas señalan que esperan construir la Línea 3 y 4 como obra pública, mediante un convenio con el Gobierno de otro país para ahorrar costes en comparación con la Línea 2.
En 2017, el Gobierno peruano y las empresas a cargo de esta línea se enzarzaron en un millonario arbitraje ante el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias sobre Inversiones (Ciadi), dependiente del Banco Mundial, donde cada parte reclama una indemnización de 700 millones de dólares por los retrasos sufridos.