Los nigerianos recibieron como un jarro de agua fría este jueves la intransigencia del presidente Muhammadu Buhari, ex militar golpista, ante el levantamiento popular que sacude al país, especialmente en el sur y su gigantesca capital económica Lagos.
El jefe de Estado habló en televisión 48 horas después de la sangrienta represión de las fuerzas de seguridad contra miles de manifestantes pacíficos, que dejó al menos 38 muertos en el país, 12 de ellos en Lagos, según Amnistía Internacional.
El "martes sangriento", como lo han llamado los nigerianos, fue seguido por dos días de disturbios y saqueos.
En su discurso, el presidente advirtió a los manifestantes que no "autorizará a nadie ni a ningún grupo a que pongan en peligro la paz y la seguridad nacional".
"Resistan a la tentación de ser utilizados por elementos subversivos para causar el caos y matar a nuestra joven democracia", dijo Buhari, antiguo general golpista en los años 1980 que fue elegido democráticamente en 2015.
Tras el discurso del presidente, las celebridades nigerianas, que están del lado de los manifestantes, no escondieron su decepción.
"¿Alguien se ha dado cuenta de que el presidente no puede ni siquiera reconocer las vidas pedidas y los heridos por el gatillo fácil de la policía?", se pregunta en Twitter la popular actriz Kemi Lala Akindoju.
"En lugar de ello, recordó a los bravos policías que perdieron la vida. Nada sobre los tiroteos", agrega.
Era la primera vez que el presidente hablaba al país tras la represión de las manifestaciones a las que no se refirió directamente.
El cantante Davido, famoso internacionalmente, tuiteó después del discurso la palabra "Wahala", que significa sufrimiento o pena.
"Ninguna empatía, ninguna capacidad de unir al pueblo, ni siquiera mostrar que entiende lo que ocurre. No ha ofrecido nada", lamentó en Twitter Feyikemi Abudu, una de las figuras de las protestas.
Este movimiento empezó a principios de octubre para denunciar la violencia policial, en particular una unidad acusada de extorsionar a la población, de realizar detenciones ilegales, torturar y asesinar.
- "Señales de debilidad" -
El 12 de octubre, el presidente anunció la disolución de esta brigada y prometió reformar la policía.
Pero en el discurso de este jueves, Buhari aseguró que había "mostrado señales de debilidad al aceptar cinco demandas de los manifestantes" para reformar la policía.
Rápidamente, el movimiento se transformó en levantamiento contra el poder. Desde hace dos semanas, al menos 56 personas han muerto en las manifestaciones, según Amnistía Internacional.
El discurso de Buhari era muy esperado por los 200 millones de nigerianos que esperaban que el presidente señalara a los responsables de la represión.
La policía y el ejército, acusados por la matanza, niegan cualquier responsabilidad.
Pero los videos que circulan por las redes sociales que muestran a militares disparando por encima de una muchedumbre que agitaba banderas y cantaba el himno nacional han suscitado la indignación del mundo.
- Condena internacional -
La represión de las manifestaciones provocó un fuerte rechazo internacional.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, condenó el jueves "el uso excesivo de la fuerza" por parte del ejército en Nigeria.
"Estados Unidos condena enérgicamente el uso excesivo de la fuerza por parte de los militares que dispararon contra manifestantes pacíficos en Lagos, causando muertos y heridos", dijo Pompeo, instando a que se lleve a cabo una investigación inmediata sobre estos hechos.
Por su parte, la Unión Europea juzgó el miércoles "crucial que los responsables de estos abusos comparezcan ante la justicia y que rindan cuentas", mientras la ONU pidió "el fin de la brutalidad y de los abusos policiales en Nigeria".
El candidato presidencial demócrata en Estados Unidos, Joe Biden, pidió "al presidente Buhari y a los militares que cesen la violenta represión que ha costado la vida a varios manifestantes", según dejó escrito en su página web.
Para la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, "parece bastante claro que las fuerzas nigerianas recurrieron de forma excesiva a la fuerza, disparando, y matando con balas reales".
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