Los octogenarios expresidentes uruguayos José Mujica (2010-2015) y Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), líderes y adversarios políticos, renunciaron este martes a sus bancas en el Senado, en un retiro que acordaron realizar en forma conjunta.
La pandemia de coronavirus fue lo que precipitó la decisión de Mujica, de 85 años, que padece una enfermedad del sistema inmunitario.
"Esta situación me obliga, con mucho pesar por mi honda vocación política, a solicitar que gestione mi renuncia a la banca que me otorgó la ciudadanía", escribió Mujica en una carta leída este martes en sesión extraordinaria del Senado.
"Esto no significa el abandono de la política sino el abandono de la primera fila por entender que un dirigente es el que deja gente que lo supera con ventaja. Me voy agradecido, con muchos recuerdos y honda nostalgia. Me ha echado la pandemia".
En tanto Sanguinetti, de 84 años, recordó en su carta que su renuncia estaba prevista desde antes de las elecciones nacionales celebradas en 2019.
"Me motiva principalmente la necesidad de atender la secretaría general del Partido Colorado, mis actividades periodísticas y corresponsalías editoriales", escribió.
Mujica, uno de los principales dirigentes del izquierdista Frente Amplio (FA) y quien llegó a presidente siendo uno de los políticos más populares y a la vez más resistidos del país por su pasado guerrillero, tuvo una enorme proyección internacional.
Su estilo alejado de protocolos y sus discursos en plataformas globales volcados a valores humanos poco usuales en el lenguaje político lo convirtieron en un personaje buscado por medios de todo el mundo.
Sanguinetti fue el primer presidente de Uruguay después de 12 años de dictadura (1973-1985), tras unas elecciones con candidatos proscriptos por el régimen, y se erigió entonces como líder de la restauración democrática. Volvió a ser elegido en 1995, siempre por el Partido Colorado (centro), en el que ahora centrará toda su actividad.
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