CIUDAD DE PANAMÁ, 19 oct (Reuters) - Panamá se sumó a otros países que ofrecen a viajeros una prueba de COVID-19 cuando llegan a su aeropuerto principal, poco menos de una semana después de reanudar los vuelos internacionales tras una suspensión de siete meses debido a la pandemia del coronavirus.
Los tests para examinar a los pasajeros, llamados Sofia Sars y utilizados también en Estados Unidos e Israel, pretenden prevenir la importación de nuevos casos, según funcionarios de la terminal aérea del país centroamericano.
Los vuelos internacionales se reanudaron el lunes 12 de octubre y durante los primeros cinco días se aplicaron pruebas a unas 1,000 personas, dijo Yelitza Campos, asesora de Jers Medical, el distribuidor de las pruebas en Panamá.
El Ministerio de Salud dijo que una veintena de los viajeros examinados dio positivo a COVID-19, por lo que fueron aislados.
Raffoul Arab, gerente del Aeropuerto Internacional de Tocumen en la Ciudad de Panamá, dijo que las pruebas cuestan 50 dólares y que se realizan a viajeros que llegan al país sin el diagnóstico negativo de una prueba realizada en las últimas 48 horas, el cual es un requisito obligatorio.
Tocumen es considerado uno de los principales puntos de conexión en Latinoamérica y antes de la pandemia operaba unos 420 vuelos diarios, por lo que se buscó "mantener la competitivdad" de la terminal, agregó Arab.
Panamá, que durante meses impuso fuertes medidas de restricción a la movilidad para evitar la diseminación de la enfermedad, ha registrado hasta ahora unos 125,000 casos oficiales y unas 2,500 muertes. (Reporte de Elida Moreno. Editado por Abraham González)