MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Hace unos meses, científicos anunciaron la detección indirecta del agujero negro más cercano a la Tierra. Pero otro equipo ahora sugiere una explicación diferente para este rompecabezas estelar.
Desde los primeros espectros del sistema estelar HR 6819, los científicos identificaron esta fuente como una estrella Be brillante de tipo temprano: una estrella caliente con líneas de emisión, probablemente debido a la acumulación de un disco de material circunestelar. Sin embargo, a medida que avanzó la capacidad para resolver detalles en espectros estelares, surgió una imagen más complicada.
Los estudios realizados en la década de 1980 revelaron líneas de absorción estrechas inesperadas en los espectros de HR 6819, y un estudio de 2003 mostró que estas líneas se movían con el tiempo. Esto indicó que, aunque no pudimos resolverlos ópticamente, había dos componentes de HR 6819: una estrella Be que no mostraba ningún movimiento obvio y una estrella B3 III en una órbita de 40 días.
Pero, ¿qué orbitaba la estrella B3 III? En mayo de 2020, los científicos anunciaron una respuesta al acertijo: HR 6819 debe ser en realidad un sistema triple. La estrella B3 III, argumentaron, está orbitando un agujero negro de masa estelar (razón por la cual no vemos evidencia de ello en los espectros), y la estrella Be es una compañera terciaria distante, orbitando demasiado lentamente para tener un movimiento detectable.
Según la órbita de la estrella B3 III, el agujero negro necesitaría pesar más de 4 masas solares, y a solo 1.120 años luz de distancia de la Tierra, este objeto sería el agujero negro más cercano conocido. Pero, ¿podría haber otra explicación para los espectros de HR 6819?
En un nuevo estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, los científicos de la Universidad Estatal de Georgia Douglas Gies y Luqian Wang argumentan que HR 6819 no es un sistema triple después de todo. En cambio, es un binario simple, que consta solo de los dos componentes conocidos: la estrella Be y la estrella B3 III.
Si HR 6819 es simplemente un binario, entonces la estrella B3 III debería mostrar un movimiento orbital reflejo con el mismo período de 40 días, pero este movimiento podría ser pequeño y difícil de detectar en los espectros complejos del sistema, informa la American Astronomical Society en un comunicado.
Para buscarlo, Gies y Wang analizaron la emisión de H-alfa -una de las líneas de emisión del espectro del hidrógeno- del disco de acreción que rodea a la estrella Be. Usando un modelo espectral cuidadoso, muestran que se puede ver que todo el disco se mueve hacia adelante y hacia atrás en un período de 40 días, exactamente como se esperaba para el movimiento orbital reflejo. Este movimiento es aproximadamente un orden de magnitud menor que el de la estrella B3 III, razón por la cual no fue detectado previamente.
Entonces, ¿por qué el movimiento orbital de la estrella Be es mucho más pequeño que el de su compañera B3 III? Si la estrella Be tiene una masa típica de unas 6 masas solares, la compañera debe tener solo una fracción de una masa solar en tamaño. Puede estar en una etapa de evolución en la que ya ha donado una cantidad significativa de masa a su compañero, y ahora solo queda el remanente despojado.