Vistazo al cartel H-2 que general mexicano habría apoyado

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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El exsecretario mexicano de Defensa Salvador Cienfuegos está acusado por fiscales federales estadounidenses de ayudar al llamado cártel H-2 a enviar drogas a Estados Unidos. En un país donde son muy conocidos los nombres de jefes narcotraficantes y de los cárteles, el del H-2 no suena familiar para muchos mexicanos. He aquí lo que se sabe de este grupo:

EL CÁRTEL H-2

La breve hegemonía de Juan Francisco Patrón Sánchez, alias “El H2”_el único nombre incluido en los documentos dados a conocer inicialmente por los fiscales estadounidenses en el caso de Cienfuegos_, se volvió conocida más por la forma en la que él fue abatido que por sus acciones delictivas en vida.

Patrón Sánchez, sucesor de Héctor Beltrán Leyva, el “H” original, en realidad era sólo una pieza en el otrora poderoso cártel de los Beltrán Leyva, la organización que los fiscales han dicho siempre que tenía métodos más sofisticados a la hora de espiar, cooptar y corromper a funcionarios gubernamentales.

El cártel de los Beltrán Leyva, operado por esa familia, fue alguna vez un actor prominente en el tráfico de narcóticos en México, controlando la región de Sonora fronteriza con Estados Unidos. Pero Alfredo y Carlos, hermanos de Héctor, fueron arrestados, y otro hermano, Arturo, fue abatido por infantes de Marina, no por el Ejército, en 2009. Después de las muertes y arrestos, el grupo delictivo de los Beltrán Leyva se dividió en varias organizaciones.

EL ESTILO H-2

Aunque algunos cárteles como los Zetas o el de Jalisco preferían enfrentarse a balazos a las fuerzas federales, el cártel de los Beltrán Leyva optaba a menudo por sobornarlas, aunque en ocasiones sus miembros se batían a tiros si se veían acorralados.

Héctor Beltrán Leyva, de hecho, fue capturado sin incidentes cuando cenaba aparentemente despreocupado en un restaurante en la ciudad turística de San Miguel de Allende. Falleció en 2018 de un ataque cardíaco mientras estaba en prisión.

Patrón Sánchez también vivía cómodamente y al parecer sin temor en febrero de 2017 en una lujosa casa en la ciudad occidental mexicana de Tepic, cerca de la costa del Pacífico. Él encabezaba las operaciones del cártel en el estado de Nayarit —cuya capital es Tepic— y en la parte sur del estado de Jalisco.

MUERTE DEL H-2

En 2017, el presidente estadounidense Donald Trump acababa de asumir el cargo y, luego de cuestionar la capacidad de México para imponerse a los narcotraficantes, emitió una oferta insultante para el gobierno mexicano de enviar fuerzas estadounidenses para arreglar las cosas en el vecino del sur.

Aparentemente la respuesta de México fue un operativo en el que infantes de Marina —que dependen de la Marina y no del Ejército de Cienfuegos_, atacaron la vivienda en la que se ocultaba Patrón Sánchez con múltiples balazos de una ametralladora multicañón, de las llamadas “minigun”, controlada electrónicamente e instalada en un helicóptero.

Imágenes de video mostraron cómo la minigun del helicóptero —un arma que sólo suele usarse en zonas de guerra y es capaz de disparar miles de balas por minuto —iluminaba el cielo nocturno sobre la ciudad.

Patrón Sánchez y siete cómplices abrieron fuego contra los infantes de Marina y se atrincheraron en la parte superior de la casa. La Marina indicó que en el lugar se hallaron un lanzagranadas y varios fusiles y pistolas. Las autoridades señalaron que el helicóptero de combate fue convocado para que proporcionara fuego disuasivo a fin de suprimir los disparos procedentes de la casa.

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