Azerbaiyán y Armenia se acusan de haber violado la nueva tregua en Nagorno Karabaj

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Azerbaiyán y Armenia se culparon mutuamente el domingo de la violación de una nueva "tregua humanitaria" que entró en vigor a medianoche en Nagorno Karabaj, una semana después de que se acordara un primer alto el fuego que nunca se respetó.

El ministerio de Defensa de Azerbaiyán dijo que las fuerzas armenias "violaron de manera grosera" la tregua, denunciando el fuego de artillería enemigo y los ataques en la línea del frente.

Un poco antes la portavoz del ministerio de Defensa de Armenia, Shushan Stepanian, informó de disparos de artillería y cohetes azerbaiyanos hacia el norte y el sur del frente durante tres horas después del comienzo de la tregua.

El ejército de Nagorno Karabaj también informó de un ataque por la mañana en el sur, con "pérdidas y heridos de ambos bandos". "Pero las infraestructuras civiles y las viviendas no fueron blanco de los disparos", dijeron los servicios de socorro de esa región.

Azerbaiyán reivindicó el domingo la destrucción de un cazabombarderos armenio, lo que fue inmediatamente negado por Ereván.

El sábado por la noche, los ministerios de Relaciones Exteriores de Armenia y Azerbaiyán anunciaron un acuerdo para "una tregua humanitaria a partir del 18 de octubre a las 00h00 hora local" (20h00 GMT del sábado).

Los periodistas de la AFP escucharon dos explosiones en Stepanakert, capital separatista, tras una jornada de domingo calmada.

Un dron que voló sobre la ciudad unos 30 minutos también fue abatido por la defensa antiaérea.

En el lado azerbaiyano, también reinaba una calma relativa en la ciudad de Terter, cerca de la línea del frente, ya que los bombardeos cesaron después de las 12h30. Luego se reanudaron desde el mediodía durante dos horas, "pero no tan fuerte" como en los últimos días, dice Elchad Rezayev, un residente de 35 años.

"No sé si el alto el fuego durará y no me importa. Han matado a nuestras mujeres y niños", dijo.

- Escalada -

Desde que se reanudaron los combates hace tres semanas, cientos de personas murieron.

Los separatistas admiten que han tenido que retroceder, pero dicen "controlar la situación".

Oficialmente, han perdido unos 700 hombres, y la mitad de los 140.000 habitantes del territorio se desplazaron.

Este domingo anunciaron por la noche la muerte de 37 nuevos soldados de su bando. En la mañana habían anunciado la muerte de 40 soldados más.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) registró 134 muertos entre las facciones proturcas que combaten en Karabaj, de un total de al menos 2.050 militares desplegados.

Azerbaiyán no publicó ningún dato de bajas militares, materiales o humanas.

Esta nueva tregua se produce después de que el jefe de la diplomacia rusa hablara por teléfono el sábado con sus homólogos armenio y azerbaiyano.

El presidente francés Emmanuel Macron, habló de una "mediación francesa" en coordinación con los copresidentes del grupo de Minsk, formado por Francia, Estados Unidos y Rusia.

Tras un primer intento fallido de alto el fuego bajo la égida de Moscú, el conflicto se intensificó de nuevo el sábado.

El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, prometió que "vengaría" la muerte de 13 civiles, incluidos niños, en un bombardeo nocturno en Ganyá, la segunda ciudad más grande del país.

Turquía acusó a Armenia de "crímenes de guerra", mientras que la Unión Europea pidió una vez más "a todas las partes que dejen de tomar como objetivo a los civiles".

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, lamentó este domingo la violación de la tregua humanitaria y condenó los "ataques, cualquiera que sea su origen".

El diplomático español dijo haberse entrevistado el domingo con los ministros de Relaciones Exteriores de Armenia y Azerbaiyán "para hacerles comprender que el cese el fuego debe ser incondicional y estrictamente respetado por ambas partes".

Los separatistas armenios señalaron el sábado que Ganyá tiene "objetivos legítimos", refiriéndose a una base aérea e instalaciones militares. Unas horas antes de los ataques a Ganyá, hubo disparos contra las ciudades de Stepanakert y Shusha en Nagorno Karabaj.

La comunidad internacional teme una internacionalización del conflicto, con el apoyo de Turquía a Azerbaiyán. Armenia, que apoya a los separatistas financiera y militarmente, tiene una alianza militar con Rusia.

Nagorno Karabaj, poblado en su mayoría por armenios cristianos, se separó de Azerbaiyán, país musulmán chiita de habla turca, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, dando lugar a una guerra que dejó 30.000 muertos en la década de 1990. Desde 1994 rige un alto el fuego interrumpido a menudo por escaramuzas y enfrentamientos.

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